Juan Alberto SCHUDEL “Juancho”
Última actualización
Última actualización
Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Se llamaba Juan Alberto Schudel Cerutti, aunque muchos lo conocían como “suizo” “Juancho” o “cabeza”. Tenía 19 años, nació el 5 de noviembre de 1956 en San Jerónimo Sud, provincia de Santa Fe.
En 1970 ingresó al Liceo Víctor Mercante, proveniente de la Escuela Primaria N° 33 de La Plata, y cursó en la división C de 1° a 5° año.
Militó en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Egresó en 1974, comenzó la carrera de Medicina y fue parte de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).
“El suizo” o “Juancho” como lo apodaban sus compañeros y amigos, tenía 19 años cuando fue secuestrado en una vivienda en la esquina de las calles 139 y 62 de Los Hornos, La Plata, junto a sus compañeros Rubén Abel Beratz (apodado Yakaroe, 22 años, estudiante de Derecho), y Carlos Alberto Carpani (el Negro, estudiante de Ciencias Económicas), en la madrugada del 18 agosto de 1976.
No hay testimonios de su paso por algún Centro Clandestino de Detención. Juan Alberto continúa desaparecido y su caso aún espera Justicia.
“Yo estudiaba Bellas Artes y además hacía artesanías por lo que pasaba varias horas abocada a esas actividades. Juancho venía a mi casa y se quedaba mirándome dibujar y pintar. Ponía discos en el tocadiscos, a veces leía, conversaba pausadamente, pero sobre todo, se quedaba allí, entre mis pinturas. Juancho estaba de novio con Andrea, del Liceo. Muchas veces me hablaba de ella, con mucha admiración y enamoramiento. A ella la conocí, cuando militábamos en la UES, era una morocha muy bonita, de mirada profunda. Con el devenir de los años complicados, Juancho espació sus visitas, sin embargo nos seguimos encontrando. Ya sabía de su militancia, y cada vez que nos veíamos en alguna manifestación, en algún acto o en alguna peña, me daba mucha alegría porque sentía que todas esas charlas que habíamos tenido, en las que intercambiábamos nuestras ideas sobre cómo cambiar el país, cómo cambiar la sociedad, intentos de verdaderas transformaciones, las estábamos llevando a cabo, avanzando por caminos similares en la voluntad de compromiso político (…) Cuando Fernando –“El Cura” de Agronomía- en aquel agosto del ’76 me contó que lo habían llevado a Juancho, si bien fue un golpe durísimo, creo que no dimensioné realmente la tragedia. Esto se va haciendo de a pedazos, por tramos, con dolores. No pensé en ese momento que nunca más lo iba a ver, que nunca más iba a poder hablar con él, compartir sus charlas, sus sonrisas, sus sueños. Tantas preguntas sin respuesta, tantas cosas por vivir. No supe mucho cuál había sido su nivel de militancia o cómo era exactamente como militante en aquel período con sus compañeros, pero que militara en la JUP demuestra que seguía firme en sus convicciones (…) Yo siempre digo que me duelen profundamente las ausencias. La de Juancho es una de ellas: no me acostumbro, no me resigno, me duele, lo extraño. Nunca más dibujé, quizás porque me falta Juancho poniendo los discos…”.
/ Emilce Moler, sobreviviente de “La Noche de los Lápices”
Como parte del proyecto "Baldosas por la Memoria", aprobado por el Concejo Deliberante de La Plata, en 2012 se colocó una placa con sus nombres señalando la casa.