Rafaela hoy, construcción de memoria
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
El Espacio de la Memoria de Rafaela, constituido por ex detenidos y familiares de desaparecidos que trabaja por Memoria, Verdad y Justicia desde hace años, habiendo concretado junto a las instituciones de la ciudad …
PLAZA DE LA MEMORIA
La Plaza de la Memoria, un espacio verde y arquitectónico que busca recordar al grupo de militantes rafaelinos desaparecidos durante el período previo y el desarrollo de la última dictadura militar. La misma se emplaza en el barrio Villa Podio, entre las calles Rubén Darío, Simonetta y la ciclovía, a pocos metros de la avenida Aristóbulo del Valle.
La elección del lugar no responde a una cuestión azarosa, sino al hecho de que en la década del 70 se ubicaba allí la villa que dio el nombre al barrio. Esta fue el epicentro de encuentros y militancia de gran parte de las víctimas del Terrorismo de Estado. Todos los desaparecidos y desaparecidas de la ciudad se vincularon de algún modo con el barrio, ya fuera por medio de contactos, en el marco de reuniones, o desarrollando una actividad concreta en el lugar. Esta villa de alguna manera compartió el destino de las personas que allí se recuerdan, pues sería levantada una vez que se produjo el Golpe de Estado.
Su enorme relevancia simbólica para Rafaela determinó que fuera el sitio elegido, puesto que se trata de un espacio que resume gran parte del trabajo social sostenido por militantes locales en la década del '70.
La propuesta surgió de la iniciativa del Espacio de la Memoria; y se concretó articuladamente entre la Secretaría de Desarrollo Urbano, Suelo y Vivienda y la subsecretaría de Gestión y Participación de la Municipalidad, siendo aprobado su uso por el Concejo Municipal
La plaza es un gran monumento: un recorrido por la historia de los militantes de Rafaela, representados en grandes columnas que producen una rotura en el piso y aparecen arraigadas a este espacio que fue el lugar fundacional de la lucha. El recorrido culmina en un sector con mesas y bancos, a la sombra de árboles que sobrevivieron aquellos años. No se incorporó vegetación, se usó el espacio tal como estaba. Aun cuando todavía no se ha completado la obra, se puede apreciar cómo vecinos del lugar y familiares se empezaron a apropiar de la Plaza.
En el fondo, lo que se persigue con la construcción de la Plaza es mucho más que el homenaje y el recuerdo, lo que se busca es la memoria activa: revivir el espíritu de encuentro, organización y construcción que caracterizó a este espacio en la década del 70, que nuevamente sea un sitio de disfrute, de reunión, y de sueños colectivos.
Desde hace unos años, a partir del trabajo de organizaciones defensoras de los derechos humanos y del Espacio de la Memoria, en Rafaela comenzaron a visibilizarse las huellas de la dictadura y los rostros de sus víctimas, que dejaron de estar en el olvido y hoy se pueden leer en la Plaza de la Memoria. En ese lugar se pueden leer los nombres de Analía Arriola, Raúl Bru, Rubén Carignano, Conrado Ceretti, Osvaldo Colombo, Miguel Ángel Esborraz, Reinaldo Hattemer, José Manfredi, Cecilia Marfortt de Trod, Jorge Trod, Carlos Morel, Ricardo Nicolini, Yolanda Ponti, María Guadalupe Porporato, José Rossi, Luis Ricciardino, Juan Sinigaglia, Raúl Tettamanti, Susana Trossero, Zulema Williner y María Elena Amadío.
CENTRO DOCUMENTAL DE LA MEMORIA
El Concejo Municipal de Rafaela aprobó por unanimidad la Ordenanza para la Creación del Centro Documental de la Memoria, resultado de años de trabajo del Espacio de la Memoria de Rafaela, junto a legisladores, instituciones, el archivo histórico municipal, la secretaría de Educación, el Archivo Provincial de la Memoria, y el Archivo de la ex ESMA.
El CDMR se creó con el objetivo de contribuir a la recopilación, producción y ordenamiento de la memoria colectiva, a mantener viva la historia contemporánea de nuestra localidad; fomentar la búsqueda de la verdad histórica y el conocimiento de los derechos humanos, sus violaciones y sus implicancias en los planos normativo, ético, político e institucional; preservar informaciones, testimonios y documentos, producidos durante la última dictadura cívico militar, necesarios para estudiar el condicionamiento y las consecuencias de la represión y su impacto en Rafaela; interactuar con los archivos de DDHH de otros municipios y provincias y con el Estado Nacional, para contribuir a la coordinación regional del tratamiento de las fuentes de información existentes.
Se puso en funcionamiento en instalaciones del Archivo Histórico de la Municipalidad de Rafaela y cuenta con su sitio web, www.rafaela.gob.ar/cdmr, donde se pueden encontrar datos e información de importancia sobre las víctimas del terrorismo de Estado en esta ciudad y el trabajo que se continúa realizando en la recopilación de testimonios.
LA MEMORIA VA A LA ESCUELA
El proyecto “La memoria va a la escuela” busca que cada una de las escuelas primarias y secundarias de la ciudad donde se formaron las personas que fueron perseguidas y asesinadas durante la última dictadura reciban un material alusivo a esas historias, y que las instituciones puedan contribuir con la información que se cuente de ellas. El material que se entrega a cada escuela está compuesto por una obra de arte que replica la forma de los pañuelos de las madres de Plaza de Mayo, y una ficha impresa que resume la vida del ex alumno que compone la lista de de víctimas del Terrorismo de Estado de la ciudad.
MEMORIA EN LA PARED
En el año 2018, desde el Espacio de la Memoria de Rafaela, la CTA Castellanos y la revista “El Satélite” junto a los familiares y amigos de las víctimas, y con el objetivo de seguir construyendo memoria, nace el proyecto “Memoria en la pared”, pretendiendo valerse de la creación artística para traer al presente la historia de nuestra región, buscando mantener vivos en la reflexión y la memoria social a una generación de argentinos en la que se inscriben los nombres de las víctimas de Rafaela y la región.
El objetivo del proyecto es llevar a cabo una serie de murales colectivos en diferentes espacios públicos que sean parte de la historia de cada una de las víctimas del terrorismo de Estado de Rafaela y la región. La elaboración de los murales se realiza con la técnica conocida como esgrafiado. El término "esgrafiado" viene de esgrafiar o realizar un grafismo o dibujo inciso. En muralismo se tecnificó el término y se le dio una definición más estructurada, por lo que "esgrafiado" es una técnica "al fresco" donde las incisiones se realizan sobre un "mortero" o "aplanado" de cal y arena pigmentada y superpuestas hasta cinco capas de 3 a 10 mm. Esta técnica “al fresco” demanda la elaboración y acabado del mural en un tiempo determinado y sin posibilidad de extenderse. Es por ello que el conjunto de un número importante de colaboradores hace imprescindible la tarea. La técnica entonces, fue pensada en función de estos factores.
Se creó un equipo de trabajo, el cual participó de un taller teórico práctico sobre arte público y muralismo que estuvo a cargo del muralista y docente Marcelo Carpita, de la ciudad de Buenos Aires, encargado de llevar adelante estos talleres y la dirección del trabajo que en la mayoría de los casos demandó entre 3 y 4 días. El esgrafiado conjuga la albañilería y las artes plásticas, aplicando revoques coloreados y características de grabado. Se diseña el boceto, se acuerdan los colores y se prepara el muro para trabajar.
En marzo de 2018 se realizó el primer mural de Reinaldo Hattemer en la plazoleta Carlos Saavedra Lamas, ubicada en la intersección de las calles Carlos Pellegrini y Magdalena de Lorenzi, a pocos metros de la Iglesia Sagrado Corazón donde en 1977 fue secuestrado y desaparecido.
En julio de ese año, se llevó adelante el segundo mural de Luis Ricciardino, en uno de los muros perimetrales sobre Av. Brasil, del Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEOM) de Rafaela, y en diciembre el mural de Cecilia Marfortt y Jorge Trod en la Escuela Villa Rosas, sobre calle La Plata.
El siguiente mural fue el de Yolanda Ponti, realizado en julio de 2019 en una pequeña plazoleta que forman las intersecciones de las calles Guayaquil, Vélez Sarsfield y Av. Suipacha.
Durante los años 2020 y 2021 no se han podido materializar nuevos murales, pero sí se trabajó en los proyectos de 2 murales en la localidad de Suardi que recuerdan a Ramón Girau y José “Pepe” Manfredi, otros 2 murales en San Cristóbal, uno de Juan Rodolfo Lucero y Claudia González y otro de Zulema Williner, PERALTA y en la ciudad de Rafaela el mural que evoca a Osvaldo “Valdi” Colombo.
Este proyecto contó desde sus inicios con el apoyo del Banco Credicoop, del Diputado provincial Oscar Martínez, el entonces Senador Nacional Omar Perotti y el Concejo Municipal de Rafaela. Fue declarado de interés por la Cámara de Senadores de la provincia, mención impulsada por Alcides Calvo (Dpto. Castellanos) y Felipe Michlig (San Cristóbal).