La Sala Marechal
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
En junio de 1973, siendo secretario y subsecretario de Cultura y Acción Social de la Municipalidad, Héctor Pizarro y Gustavo Pon, se designa como Leopoldo Marechal la sala del Teatro Municipal, acción que fue respaldada con participación de artistas locales y un significativo número de vecinos de los barrios populares, que en su gran mayoría era la primera vez que concurrían al teatro.
Marechal..
¿Por qué se hizo peronista?
Recordemos sus propias palabras…
“Recuerdo que era muy de mañana y yo acababa de ponerle a mi mujer una inyección de morfina. El coronel Perón había sido traído ya desde Martín García. De pronto, me llegó un rumor como de multitudes que avanzaban gritando y cantando por la calle Rivadavia: el rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular, y enseguida la letra. “Yo te daré, te daré Patria hermosa, te daré una cosa, una cosa que empieza con P...¡Perón!”
Me vestí, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo a la Plaza de Mayo. Era la Argentina invisible que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar sus millones de caras concretas. Desde aquellas horas me hice peronista. Decidí entonces, con mis hechos y palabras, declarar públicamente mi adhesión al movimiento, y respaldarla con mi prestigio intelectual, que ya era mucho en el país.”
Placa en Bronce del escultor Miroslav Bardonek.,
inaugurada el 16 de noviembre de 1973 en Homenaje a Leopoldo Marechal, que da el nombre de nuestra querida sala Marechal del Teatro Municipal. En la placa puede leerse, la frase de Marechal, poeta y militante peronista, “el pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido”
GUSTAVO PON, sentado a la derecha de la foto,
quien tuvo una activa participación en los grupos cristianos relacionados con la Teología de la Liberación y dio clases en el Profesorado de Venado Tuerto, en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Esperanza y en la Facultad de Ciencias Económicas de Santa Fe, entre otros. Perseguido, militando en la clandestinidad, fue secuestrado en Rosario en agosto de 1977. Sus restos fueron hallados por el Equipo Argentino de Antropologìa Forense en una tumba clandestina en el campo militar San Pedro, junto a siete compañeras y compañeros desaparecidos
Al cumplirse 50 años, se realizó una semana de homenaje