Arcángel Gabriel LÓPEZ

Nacido en Ogilvie, departamento Vera, provincia de Santa Fe, el 18/03/53. Era obrero de la construcción, tenía 23 años, estaba casado y tenía una hija, Mónica Gabriela, nacida el 30 de diciembre de 1974.

Militó en el Movimiento Revolucionario 17 de Octubre. El MR17 fue una organización armada de la izquierda peronista fundada en enero de 1970, comandada por Gustavo Rearte. Esta organización surgió como continuidad de la Juventud Revolucionaria Peronista (JRP) y tomó su nombre de la histórica movilización del 17 de octubre de 1945. El MR17 veía la lucha armada como la única salida para la instauración de un gobierno popular y para acabar con el capitalismo. Fue detenido en Salsipuedes, Córdoba, el 11 de octubre de 1972, mientras militaba en el MR17 en esa provincia. Esta detención se produce en un contexto de represión sistemática contra militantes de organizaciones de izquierda durante la dictadura de Lanusse (1971-1973). López fue beneficiario de la amnistía sancionada el 25 de mayo de 1973, cuando asumió la presidencia Héctor Cámpora. La Ley 20.508 de amnistía establecía la liberación de personas detenidas por motivos políticos, sociales, gremiales o estudiantiles cometidos hasta esa fecha. El evento conocido como "Devotazo" del 25 de mayo de 1973 incluyó masivas movilizaciones que exigieron la liberación de presos políticos, los cuales fueron liberados ese mismo día, completándose la amnistía legislativa días después.

Trabajando en la construcción y viviendo en el barrio de Villa Urquiza, Córdoba, fue secuestrado el 24 de abril de 1976.

La noticia de 1972 da cuenta de su militancia en el MR 17 de Octubre en Córdoba, siendo detenido en Salsipuedes.

La Cámara de Familia de 2ª Nominación de la Provincia de Córdoba resolvió hacer lugar a la acción de reclamación de estado de hija extramatrimonial y, en consecuencia, declarar que Mónica Gabriela Corvalán es hija de Arcángel Gabriel López. López era un albañil que fue secuestrado el 24 de abril de 1976 de su casa de barrio Villa Urquiza de la ciudad de Córdoba. Alejandrina Corvalán conoció a Arcángel Gabriel López a fines de 1969. Al poco tiempo, formalizaron una unión matrimonial de hecho y vivieron juntos hasta el momento de la desaparición del obrero de la construcción. La hija de ambos nació el 30 de diciembre de 1974 y no obstante la ausencia de reconocimiento, siempre fue reconocida como hija de Alejandrina Corvalán y de Arcángel Gabriel López, por vecinos y amigos. La resolución de la Cámara de Familia expresa: “Dentro de la familia, recibía el trato de hija. La trágica desaparición de su padre impidió el formal reconocimiento paterno, por lo que, y en búsqueda de su real identidad, recurre impetrando la presente acción de filiación extramatrimonial post mortem”.

Reconstruir la historia “Hace 10 años unos amigos de mi papá nos buscaron a mamá y a mí. Primero, tuvimos miedo. No sabíamos para qué nos buscaban, pero después nos explicaron que eran compañeros de mi padre y nos dijeron que nos querían ayudar, ya que existía la posibilidad de realizar la filiación extramatrimonial”, expresa la hija del desaparecido. Gabriela siempre quiso que esto sucediera pero no sabía cómo hacerlo. Luego de la ayuda de los amigos de su padre, buscó a un abogado que la representara. Así llegó al estudio de Omar Juan Baroni, quien fue el representante legal en todo el trámite judicial. El abogado explicó a La Voz del Interior que es esencial en todos los casos “saber la verdadera identidad. La prueba de ADN se realizó con la mamá del desaparecido y con la madre de Gabriela. El resultado fue de 99,78 por ciento”. Cuando lo secuestraron a López, su hija tenía poco más de un año. “Primero, fui reconstruyendo la historia de papá por los relatos de mi madre y de los amigos de él. Después, por mi abuela paterna y por un hermano de mi padre, con quienes estoy en contacto permanente”. Al papá de Gabriela lo secuestró un “grupo de tareas” de su casa de Villa Urquiza. “Estábamos durmiendo. A mi mamá le taparon la cabeza, entraron con armas largas y la amenazaban con que si se movía o gritaba la matarían a ella y también a mí. A mi padre lo llevaron a golpes y nunca más supimos de él”. La pareja de López lo buscó por hospitales, comisarías, concurrió al Tercer Cuerpo de Ejército, al Arzobispado, pero la respuesta siempre fue la misma: “Acá no está y no sabemos nada”.

Recuperar sus restos Gabriela realizó los trámites ante la posibilidad de que su papá esté en las fosas del Cementerio San Vicente. Dejó muestras de sangre en el Museo de Antropología de la Facultad de Filosofía y Humanidades, donde integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense trabajan en este sentido. Gabriela tiene muchas esperanzas de recuperar los restos de su padre de las exhumaciones del Cementerio San Vicente. “Después de haber recuperado el apellido de mi padre, ahora estoy a la espera de que se puedan identificar sus restos”

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