Ricardo René HAIDAR

Nació en la pequeña localidad de San Guillermo (Santa Fe) un 15 de enero de 1944, en el seno de una familia de inmigrantes sirios con fuertes valores cristianos. Cursó sus estudios secundarios en el Liceo Militar General Belgrano. El “Turco” Haidar estudió en Santa Fe, en la Facultad de Ingeniería Química y perteneció al Ateneo Universitario. Se recibió de ingeniero químico mientras trabajaba en la Biblioteca de dicha Facultad.

Sus compañeros sólo tienen elogios para su persona: “Era un tipo muy jovial de amplia y generosa sonrisa, excelente amigo y afecto a las costumbres del pueblo, de disfrutar con sus amigos en el café, jugando al billar o compartiendo noches en los tradicionales bailes de esa época en los clubes de Santa Fe”. A diferencia de la mayoría de los integrantes del Ateneo, que tenían una formación humanista y cristiana que luego se identificaron como peronistas, el “Turco” ya era fanáticamente peronista desde muy pibe”.

Un pequeño grupo de estudiantes del Ateneo Universitario, entre los que estaba Haidar, convencidos de la necesidad de enfrentar la violencia dictatorial por medio de las armas, formó un aparato militar clandestino que en septiembre de 1969 llevó a cabo los asaltos al Tiro Federal Argentino y a una comisaría de San Carlos Sud (a 36 km al oeste de la ciudad de Santa Fe), que firmaron como Comando Eva Perón en comunicados en los que llamaban a luchar por la «revolución social argentina».

En mayo de 1970, ese grupo se incorporará al proceso de integración que culmina ese mes con la aparición pública de la organización político-militar Montoneros. A partir de ese momento participa en diversas acciones político militares. El 11 de febrero de 1971, Montoneros hizo su aparición pública en Santa Fe con la voladura de una comisaría en construcción, que firmaron como Unidad Básica de Combate Eva Perón. Fue detenido en febrero de 1972, y acusado junto a otros 10 compañeros de organización, de asaltar la casa del intendente de Santa Fe. Enviado a la cárcel de Rawson participa de la fuga del penal, junto con 19 compañeros se entregan a la justicia, pero son conducidos a la base Almirante Zar y fusilados, sobrevive al fusilamiento.

La noche del 24 de mayo de 1973, antes de ser liberado por la amnistía del Presidente Cámpora, da su testimonio, junto con María Antonia Berger y Alberto Camps, sobre lo sucedido en Trelew, entrevistados por Paco Urondo, la que se publica en el libro “La Patria Fusilada”.

Ya en libertad continúa con su actividad política dentro de Montoneros, estuvo presente en el acto realizado el 11 de marzo de 1974 en el estadio del Club Atlético Atlanta conmemorando el primer aniversario del triunfo electoral, e integró la delegación de dirigentes montoneros que visitó al general Omar Torrijos en Panamá. En abril de 1974, cuando crecía la tensión política por el enfrentamiento de sectores dentro del peronismo, participó junto a otros dirigentes de la Juventud Peronista en una reunión con Juan Domingo Perón tendiente a llegar a un entendimiento para el acto del 1º de mayo de 1974.

En 1977, luego del asesinato de sus hermanas Mirta y Adriana, sale del país con su familia. En el exterior siguió militando, denunciando las violaciones a los derechos humanos que ocurrían en el país, participando activamente en el proceso de la contraofensiva y resistencia a la dictadura.

Como jefe de inteligencia de Montoneros en Argentina se movía entre Uruguay, Brasil, Paraguay y Argentina. Quizás sea por eso que se denunció que fue secuestrado en Brasil cuando intentaba regresar a la Argentina, actualmente sabemos que fue secuestrado en Buenos Aires el 18 de diciembre de 1982 y trasladado a la ESMA.

En el diario Página 12, del 15 de diciembre de 2015, la periodista Alejandra Dandán transcribe la frase de la fiscal Soiza Reilly que en el juicio ESMA en el TOF 5, decía: ”El caso de Haidar resulta paradigmático no sólo por tratarse de uno de los últimos llevados adelante por el GT 3, sino también porque fue un militante histórico del peronismo revolucionario”

Ricardo René Haidar fue secuestrado a los 38 años, por el GT 3. En el juicio, las fotos extraídas de la ESMA por Víctor Basterra, documentaron el trabajo de inteligencia de ese grupo sobre Haidar.

Su madre, Mercedes en un aniversario de su cumpleaños cuando ya estaba desaparecido le escribió:

“Quiero decirte también que muchas veces fui egoísta, pensando en mi dolor de madre no pensé que todo lo que hacías lo hiciste por los miles de hermanos que sufren las injusticias sociales, por los niños que carecen de casa y tienen hambre (…) Una vez te dije que Jesús al expulsar a los mercaderes del templo no lo hizo de buenas maneras sino a latigazos y puntapiés, y esta lucha de ustedes tiene mucho de parecido (…) ¿Qué ha sido de vos, que hicieron con vos los asesinos? No lo sé. Pero yo seguiré pensando que estás vivo y listo para continuar la lucha por la victoria final”.

Su hijo José Haidar quien vio por última vez a su padre al cumplir dos años en octubre de 1982, dijo:

«Mi padre fue un guerrero, un luchador, y por tal sentido, fue desaparecido. No fue una víctima, sino que él sabía muy bien en dónde elegía luchar y contra quiénes elegía luchar. Sí fue una víctima por lo que le tocó vivir después, ya que ningún ser humano se merece la tortura ni el maltrato, y mucho menos la desaparición. La desaparición es algo realmente terrible», sostuvo el testigo, quien agregó: «lo que acá se exterminó fue un proyecto de país».

Otro de sus hijos Marcos en el acto por los 42 años de la Masacre de Trelew, expresó:

«Mi padre perteneció a Montoneros. No agarraban armas porque sí. Eran las condiciones de ese momento. Lucharon por la vida de sus familiares y el pueblo. Como hijos tenemos la obligación de seguir luchando y no bajar los brazos porque si no pasa a ser historia perdida», remarcó.

«Somos sobrevivientes de todo eso. No es una mochila tan pesada. Somos hijos de ellos, que lucharon por sus ideales. Mi madre siempre me dijo: sos hijo de padre desaparecido; un luchador por este pueblo»

Regionalísimo-Diario digital

Su memoria es recordada en una placa colectiva colocada en la FIQ-UNL

Una escultura dedicada a Ricardo, Mirta y Adriana Haidar, asesinados y desaparecidos por la dictadura fue descubierta frente al museo de San Guillermo, obra del escultor local Rodrigo Quinteros y el proyecto de memoria pertenece a Nuevo Encuentro San Guillermo

Los responsables de su secuestro y desaparición fueron juzgados y condenados en la Causa ESMA III

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