El Ateneo Universitario
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Hacia 1961, el Ateneo comienza a cambiar el enfoque y las posturas políticas que habían sostenido sus fundadores en 1948, bajo una fuerte influencia clerical católica y con una clara posición de prescindencia política. Acontecimientos nacionales e internacionales producidos entre el ´63 y ´64 (Plan de Lucha de la CGT, huelgas y toma de fábricas, el frustrado regreso de Perón, la invasión yanqui a Santo Domingo …) exigían una toma de posición.
El momento que va a marcar un quiebre en las posturas ateneístas es el llamado “conflicto de química” en el ´65, problema que podríamos considerar como “académico-sindical”. Parte de estos docentes, coincidían con el estudiantado en los cuestionamientos al carácter “cientificista” de los planes de estudio y en la necesidad del cambio, entendíamos que la ciencia debía estar al servicio del país.
La huelga se prolonga con toma de Facultad incluida, el debate era permanente, su politización, se toman definiciones. Los trabajos científicos tal como estaban encarados, eran para otro país. Se inicia así la discusión acerca de qué proyecto de país se quiere, disputando la ideología con los grupos más conservadores, dentro del propio Ateneo, los más viejos (como Rosso o Bravo) nunca nos entendieron.
El golpe de Estado de 1966 fue un momento de cambio de ritmo, de aceleración, un proceso de radicalización en el que tomó la identidad peronista, hasta asumir una dirección abiertamente revolucionaria, momento en el cual gran parte de su dirigencia realizó el pasaje a la lucha armada, constituyéndose así en integrante de uno de los grupos fundadores de Montoneros.
(“Del humo de los cirios al humo de las bombas. La particular trayectoria del Ateneo Universitario de Santa Fe” Natalia Vega Rodríguez)