Horacio PAZO "Chiva"
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Nació en 1950 en Nogoyá (E.R.). Se vino a Santa Fe en el año 1968, para estudiar Ciencias Económicas, aquí hizo grandes amigos y comenzó su militancia. Es secuestrado en 1977 a la edad de 27 años.
Lo que sigue a continuación es una carta familiar donde Horacio relata en 1977 desde la clandestinidad sus vivencias:
Queridas hermanas:
Este tiempo les he escrito muy corto, hoy es sábado y recién ahora luego de unos cuantos días, me han dado ganas de escribirles. Pienso muchísimo en mi hijo, ese “gurisito” como decimos los entrerrianos, que no puedo cuidar en estos momentos, porque la vida tiene todas estas cosas, sus ratos hermosos y los otros que para mí se hacen en estos momentos muy largos y que son los de las penas y los dolores.
No se preocupen por las cosas de ustedes, yo quemo todo enseguida que llega, solo tengo las fotos del pibe solo, así no comprometo a nadie. Cuando manden otras (que espero que de vez en cuando manden alguna) háganlo con las que esté solo. Quisiera que amplíen las que está solo (en una grande con 5 caritas chicas) para un cuadro y que lo tengan ustedes. También que lo hagan con las de los abuelos y Marquitos.
Puede ser que en el futuro las pueda ver y tener tranquilo. Me parece muy bien que guarden las cartas de la Negra y me manden las copias. Tengo fe y esperanza en el futuro nuestro, pero es duro, muy duro pasar el presente, lo que vivo todos los días, los nervios y las horas de soledad y dolor que me toca vivir desgastan mucho. Hay tantas familias Argentinas rotas que apena muchísimo. Tengo fe en nuestra lucha, sé que venceremos, tarde o temprano la justicia se impondrá, recién en ese momento puede regresar la felicidad a nuestro pueblo y a la familia que yo he formado.
Puede ser que a ustedes no los toque el sufrimiento de otros compañeros nuestros, sé que les llega muchísimo lo que nos pasa a nosotros, pero son muchísimos los que viven estos y muchos más problemas. Los desaparecidos son cantidades, las torturas monstruosas. Tuve oportunidad de enterarme de muchas cosas por el lado de una compañera que largaron y de las cosas que han hecho estos asesinos.
Mi mujer es seguro que está muy bien en el lugar donde está, reconocida, Devoto es la careta de la legalidad de estos hijos de Puta, pero no hablan nunca de donde tienen el campo de concentración, donde están los desaparecidos, que a fuerza de comerse la meada y cagada de ellos, pues no les dan de comer, aguantan un poco más su tormento. Cuenta que algunos ya tienen el estómago inflado y los huesos pelados como los pibes de las villas miserias. Cómo quieren que no tenga bronca y hable de esta forma con estas cosas que hacen. Que nombren alguna de las que realizan los demás grupos cuando secuestran, y hasta ahora no me enteré nunca de que hicieran algo tan tremendo como lo que hacen estos y eso que la prensa la manejan ellos y podrían agrandar todo. Cuenta también que a ella la llevaron en un avión en diciembre, la dieron vuelta al país más o menos, pegándoles a cada rato y dicen que largaron muchísimos para que se maten abajo y no los encuentren nunca, cuenta que nunca se olvidará de esos gritos.
Estos son testimonios reales, no son fabricados, son las cosas que hacen los que están en el gobierno para poder acallar los reclamos del pueblo, son los métodos que usan los “civilizados”, los “defensores de la patria”; da pena contar todo esto, pueden pensar que es para hacer propaganda y sin embargo nunca tuve intención de hacerlo con mi propia familia, solamente que vean las realidades de las cosas, porque quiero que mi hijo las conozca, que alguien cuando grande se las cuente, para que entonces sepa las verdades que la historia muchas veces cuenta deformada. Sé positivamente que ese hijo va a saber seguir lo que él considere correcto, pero tiene que enterarse para poder optar.- Tal vez y eso espero, cambien las cosas para cuando tenga edad de entender, pero igual la historia no se la podemos deformar.
Quisiera que ustedes compren el libro de Arturo Jauretche “Manual de Zonceras Argentinas” y lo guarden, yo lo tenía y con el cambio de casa anterior lo deje a otro compañero, ahora ya no lo podría tener, porque hoy en día hasta un libro como este no se puede tener muy a la vista, siendo que es un autor revisionista y nacionalista. Sé que ustedes lo pueden tener tranquilos allí. Creo que en ese libro se cuentan muchas cosas de nuestra historia, que a todos nos enseñaron en una forma distinta, pues la que conocemos fueron escritas por Mitre, Sarmiento, etc; grandes ejemplares del anti-pueblo y adoradores de la cultura Europea.
Conozco muchas cosas de la vida, he vivido mucho las amarguras de muchos, trabajé siempre en barrios, conozco sus problemas, muy difíciles, y a veces imposible entrar si no te conocen. Pero conocer sus problemas y sus cosas te dan la realidad de por qué ellos son así, con sus brutalidades, sus remordimientos, sus chupas diarias, su haraganería muchas veces. Creo que esto no hay que tomarlo solo para criticarlos, sino que por el contrario, sabiendo sus causas y el por qué de su forma de ser, entonces recién ahí en ese momento podemos tener una visión real de la sociedad Argentina y del por qué de su forma de ser, no nos olvidemos de esto, conozcamos sus por qué primero y después seguro entenderemos a los demás.
Yo estoy seguro que ustedes entran en un barrio y todo el mundo les dirá algo o lo pensaran, se les haría muy difícil que la gente confíe en ustedes. En cambio cuando yo los frecuentaba (política aparte pues siempre tuve buenos conocidos que no pensaban como yo), la gente me brindaba su amistad y su cariño y muchas veces me contaban sus problemas personales para que les sirviera de apoy y de ayuda. Claro que esto tuve que demostrarlo no fallándoles nunca, estando con ellos en las buenas y las malas, pasando mucho tiempo a su lado.
También viví con ellos, cuando en Santa Fe vivía en una casa muy pobre de barrio, viví muchas experiencias que en algunos causa horrores, y sin embargo los del barrio los viven toda su vida. Cuando me escapé de una casa en Santa Fe, viví también por algunos días en un rancho de barro, conocí de sus problemas en las tormentas y también de su forma de comer (a medias) por la situación que pasaban y eran todos trabajadores. Todo esto ha forjado en mí (desde una cierta edad donde se entienden las cosas), y han hecho que tenga una gran fortaleza en lo que pienso, y que aguante tantas cosas que pasan, pues he vivido la realidad, no hablo por hablar, sino con conocimientos reales de situaciones que han pasado, que pasan y que esperemos alguna vez los que quedamos luchando podamos cambiar para bien, para que reine la justicia y la paz pero con cimientos reales y verdaderos, con la fuerza de los patriotas que se jugaron siempre, con el heroísmo de los caídos, con el trabajo de todos, con el sufrimiento y dolor de estos días, pero con muchas ganas de ver un futuro mejor de patria libre, justa y soberana que muchos argentinos aspiramos conseguir.
Cuando les escribo les cuento algunas cosas, porque es el único medio de que se enteren de mi vida y de mi pensamiento, solo así, si llego a faltar tendrán testimonios reales para contar a mi hijo. No todo se puede contar así, conocerán algunas cosas pero estaré con ustedes para contarles más cosas que ustedes no conocen y que merecen que se enteren.
Mi experiencia creo que es bastante grande, conozco en mi vida amigos, traidores, enemigos, de todos he sacado cosas y todos juntos forman para mi un conocimiento general de la vida, de mis errores cometidos, de mis aciertos, de la justicia y de las injusticias, desde los chupa sangres, alcahuetes, hasta los que se jugaban en todas, por entero por sus amigos, por su pueblo, poniendo su vida al servicio de toda una causa, que la tenían muy alta, que la llevaban con ellos, hasta que triunfen totalmente o se los derrote por completo, pero siempre con un objetivo, con un fin, con la causa que tiene que ser común en todos, la causa de los humildes, de los desposeídos, de los que nada tienen, y también las causas de todos los Argentinos que sienten y ven como todos los días los traidores nos venden un poquito más a favor de los de afuera.
Bueno, cambiemos de tema, me encuentro bien, qué es lo importante para ustedes, por supuesto con estados de ánimo a veces depresivos, pero se pasa. Todos los sábados y domingos juego al fútbol con muchachos que voy conociendo en el lugar, es mi única diversión pues me acuesto siempre temprano, y trato de salir poco. Tengo un estado físico bárbaro, como en mis grandes épocas, jugando desde las 2,30 de la tarde hasta que oscurece. Y bueno, por lo menos el fútbol que tanto me gustó siempre lo puedo practicar, además me hace muy bien, pues el deporte te saca muchas veces los estados de depresión. Parece mentira, pero juego mucho mejor que antes, también los años creo que aquí sirven, pensás más, corrés menos, tocas más la pelota y en definitiva sos más positivo para el equipo. Creo que he avanzado bastante en eso, si bien creo que nunca fui tan malo, por lo menos recibo aquí a veces palabras de elogio de los compañeros, y eso que ellos no son tan malos, pues algunos juegan en primera.
Ah, ¡ojo!, Marquitos tiene que salir de River, no vaya a ser que me salga de Boca ahí con ustedes al lado ¡eh!.
Bueno, las dejo con todo este “mamotreto” de cosas que les he escrito, por ahora lo hice con ustedes y la próxima irá para los viejos, besos y abrazos para todos y en especial para ustedes y mi “gurisito” que no entenderá nada pero sé que lo besaran en mi nombre.
Horacio
La carta de Horacio lo muestra plenamente y refleja también la conducta y el pensamiento de miles de jóvenes cómo él, esos que hoy nos hacen falta... pero nos pareció importante completar su imagen con los testimonios de su hijo, su esposa y uno de sus muchos amigos:
Papá...
No se bien como era, sólo conozco de él algunas cosas que me han contado, no son muchas, pero me sobran para darme cuenta del tipo que era. Recuerdo bien cuando un tío me contaba que le había dicho que si no aprovechaba la oportunidad de irse lo iban a matar, y que en este caso, a pura conciencia de que iba a ser así le respondió que no le importaba, que prefería eso antes de darles el gusto a esos...
Se me hace difícil recordar cosas de él, ¡cómo no se me va a hacer difícil si nunca lo conocí! pero eso no me hace olvidar los momentos que vivo casi a diario de personas contándome diferentes aspectos de su vida, como me enteré hace poco, en mi cumpleaños (¿qué mejor regalo que esto?), que cuando mi abuela lo venía a visitar en invierno le traía frazadas nuevas todas las veces que venía, porque las que tenía las regalaba y se moría de frío. ¡y yo que creí que mi vieja cuando era chico me inventaba para hacerlo parecer más bueno! (y así tratar de responder las preguntas del porqué de su ausencia) Que si mi padre tenía una camisa y había alguien que la necesitaba él se la daba sin ningún problema y por nada a cambio.
Siempre he escuchado cosas buenas de él, no todas me vienen a la mente en este momento, seguramente habrá tenido sus errores, pero seguro sin mala leche alguna. No encuentro a nadie que hable mal de él, seguro hay gente que no lo quiso pero esos al menos no me han venido a hablar nunca...
Papá: No olvidaré jamás y siempre exigiré justicia
Marcos Pazo
Escribir unas palabras sobre Horacio es muy difícil, siempre lloro, no sólo por el dolor y el sufrimiento que nos tocó vivir; sino por la pérdida de un ser humano extraordinario. ¿Cómo describirlo?... También resulta complejo, cuando ese ser formó parte de tu vida. Cómo era se preguntarán los que no lo conocieron. Desde mi punto de vista les digo que era muy sencillo, se entregaba a la gente, se daba a ellos con lo que tenía o no tenía, era claro en sus pensamientos, con mucha vida, gustaba de la pesca, y siempre tenía preparada las tripas de sábalo y de pollo para salir a pescar cuando el tiempo, su estudio o su trabajo se lo permitían. Amaba la naturaleza, amaba vivir. Pero lo más resaltante de su ser, eran sus ideales, por ellos daba y dio su vida. ¿Qué quería? Algo que parece tan sencillo y no lo es: Que haya menos injusticia, menos pobres, que los niños tengan un mejor porvenir, que haya menos hambre. Ese fue su mayor ideal y por eso dio su vida, tan valorada y tan necesaria para muchos.
A veces me pregunto cómo pasó sus últimos días, cuánto fue su sufrimiento, ese ser tan bondadoso, tan amigo, tan compañero, al que le destruyeron sus sueños de una familia y de una sociedad más justa.
También me pregunto ¿dónde te dejaron para que tu familia pueda despedirte definitivamente? Sin embargo, sus pensamientos siguen firmes; su estampa, su forma de ser, su simpatía, su sencillez, y su entrega con la vida, debe ser un ejemplo diario para todos. Para los que formamos parte de su vida, para su hijo Marcos, para sus hermanos y los compañeros y amigos que compartieron, o no, momentos de su corta vida.
Por siempre y para siempre estarás con nosotros y te seguiremos buscando.
/ Margarita
Si tengo que definir a Horacio en pocas palabras diría que fue un AMIGO, así con MAYÚSCULA, leal, capaz de jugarse el todo por uno sin medir las consecuencias, BUENAZO, hizo de la generosidad y humildad su estilo de vida, asumió temprano el compromiso por los pobres y las causa justas, y FIEL a su estilo, no lo abandonó hasta el último instante de su vida; cuando Marquito, en su escrito, cree que exageran sobre el comportamiento de su padre, le digo con absoluta certeza que no, FUE ESO Y MUCHO MÁS . Somos del mismo pago: Nogoyá, en el centro de la Provincia de Entre Ríos, vinimos juntos en el año 1968 a Santa Fe a estudiar Ciencias. Económicas, compartí con él los mejores años de mi juventud, tanto en Santa Fe, como en mi pueblo. Los recuerdos y vivencias son imborrables y permanentes, las anécdotas interminables ¿cómo olvidarme de los asados, las guitarreadas y los cumpleaños del negro Cambá en el “Consulado” (duraban entre 48 y 72 horas corridas), las peñas universitarias, las salidas nocturnas en Nogoyá, en especial los “bailes de carnaval”, los viajes al campo, a Rosario del Tala, etc.,etc.. Amante del fútbol, hincha de River, integré con él en distintas oportunidades el mismo equipo de fútbol (Verano del año 1970: Campeonato en el Colegio San Miguel de Nogoyá “Chiquillada”, Subcampeones; Octubre 1970: Campo Universitario, campeonato organizado por el Centro de estudiantes de Cs. Económicas). Coherente con su forma de ser, entregaba el “alma y vida” en el campo de juego. Lo recuerdo siempre con su sonrisa generosa y su andar campechano. GRACIAS CHIVA, por permitirme haber sido TU AMIGO.
/ César (Nicky) Olmedo
Su memoria es recordada en una placa colectiva colocada en la Facultad de Ciencias Económicas-UNL
Los responsables de su secuestro y desaparición fueron juzgados y condenados en la Megacausa Campo de Mayo