Norma MEURZET

Norma y Nora, eran mellizas, habían nacido el 12 de julio de 1955 en la zona rural de San Agustín, una población cercana a la ciudad de Santa Fe. La familia siguiendo los trabajos del padre se trasladó a San Jerónimo Norte y luego a la vecina Santo Tomé, donde cursaron la primaria en la escuela Juan de Garay.

Cuando estaban por ingresar al secundario, se trasladan a Arroyito, provincia de Córdoba lugar que las acogió de tal manera que hace unos años en un festejo de la escuela donde concurrían fueron recordadas en un acto homenaje, allí estuvieron hasta poco después de cumplir los 15, regresan a establecerse en Santo Tomé, ingresan al Liceo Nacional de Señoritas Victoriano Montes, donde terminan el bachillerato.

Hubo un intento de estudiar en la Universidad pero diversos motivos hacen que pronto comiencen a trabajar, Nora, era empleada en la heladería Colussi. Debe haber sido más o menos por el 72 o 73, en esos tiempos cuando empiezan a militar en la Juventud Peronista, en una básica de Santo Tomé.

Eran dos jóvenes como tantas otras chicas, las salidas en grupos, las fiestas, los bailes, pero siempre con un sentido de solidaridad e independencia, de niñas una era fanática de Palito Ortega, la otra de Sergio Denis, y amantes de la lectura, siempre ayudando a los más indefensos en algún momento llevando cuidado y alfabetización a chicos con problemas físicos que les impedían asistir a las escuelas. Su hermana las recuerda como dos chicas muy cariñosas con su familia, muy unidas entre ellas, todo lo hacían juntas y sobre todo muy generosas. La madre solía decirles: “No tienen que ponerse porque todo lo regalan, si tienen dos pares de medias, regalan uno…”

Norma es abatida en el allanamiento del ejército a una vivienda en Guadalupe Oeste junto a dos compañeros Joselo Gómez y Silvia Wollert, el 24 de Marzo de 1977, esa vez no avisaron, la familia al reconocer la casa en los diarios comienzan a buscar a Norma, pasadas algunas semanas les muestran los cuerpos de las mujeres en el Hospital Iturraspe, al no haber convencimiento pleno de identificación sus padres siguen con la esperanza de encontrarla con vida, con el tiempo y tras muchas averiguaciones conocen que las dos jóvenes muertas en ese enfrentamiento fueron enterradas en el cementerio municipal.

Ubicadas las tumbas y pasados varios años la madre sin poder saber cuál de ellas era su hija decide colocarlas juntas en el nicho donde estaba Nora, con el tiempo y muchas investigaciones se logró conocer las identidades y hoy cada familia guarda sus memorias.

A raíz de estos hechos un antiguo novio (con el que hacía un tiempo había roto relaciones) fue detenido y objeto de golpizas, además un familiar que figuraba como garante del alquiler de la casa, se presenta voluntariamente en la policía con el propósito de aclarar situaciones y continuar con su vida y su trabajo en forma normal, ya que en la familia se había notado la presencia de vigilancia y todo tipo de hostigamiento, este fue detenido durante una semana. De la casa se llevaron todo, a los vecinos les dijeron que se llevaban televisor, heladera, otros muebles y todas las pertenencias porque allí se encontraría el material subversivo que sería objeto de investigación.

Su memoria es recordada en una placa colectiva colocada en la Plaza Santo Tomé

Los responsables de sus asesinato fueron juzgados y condenados en la Causa Acumulada Santa Fe

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