María Dolores VARGAS

Lidio y María Dolores, se conocieron en 1972 militando en el PRT. El compromiso con los más humildes los había llevado a trabajar en los barrios más humildes de Santa Fe, poco antes del año de conocerse empezaron a convivir.

La Negra, María Dolores, era huérfana. Vivió con una familia sustituta, luego un Hogar y finalmente la tomó en guarda la familia de una compañera de esa Institución, esa amiga influyó también en su orientación política. Creció y se formó con ellos, terminó sus estudios en el Comercial Domingo Silva nocturno, años en que conoció a su compañero de vida y militancia.

A poco de nacer su pequeña hija Laura, que nació el 15 de septiembre de 1974, el país vivió la represión de la Triple A, los grupos parapoliciales y los operativos militares. Lidio y María Dolores vivían en un barrio humilde y actuaban en la propaganda del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores). Todo era inseguro, María Dolores y la pequeña se fueron al interior, a casa de los padres de Lidio y a los pocos días fue apresado él. Y otra vez el peregrinar de María Dolores y Laura, escapando, escondiéndose en casas de amigos, yendo a otra ciudad. Dejó de militar y trabajaba de mucama en una casa de familia en Paraná. Tenía contacto con las hermanas de Lidio, que oficiaban de correo entre la pareja, ocultando e introduciendo y sacando cartas de la cárcel, incluso pudieron, alguna vez, llevarle a la niña.

Al parecer, después de un encuentro con Lili, una compañera que también está desaparecida, volvió a integrarse al PRT. Casi tres años, resistiendo. Las cuñadas calculan que fue en setiembre de 1977, cuando María Dolores les dijo que quería dejarles a la nena para intentar salir del país, pero nunca más volvieron a tener noticias, desaparecieron las dos.

De la Negra nunca se supo. Laura, fue entregada a otra familia que creyó era su verdadera nieta, y fue criada por ellos con todo amor, sin que ninguno supiera que su identidad había sido cambiada. Después de años de búsquedas e intentos de su padre, Laura recuperó su identidad casi veinte años después.

“De vuelta a casa”, Analía Argento -Ed. Marea, bs.As. 2008.pág 69-92

A principios del 73 , abril, conozco a María Dolores, una compañera que empezaba a militar en el frente barrial del PRT. Venía de Buenos Aires, hacía unos meses (fines del 72). No tenía familia y se había conectado con el partido en la cárcel de menores, donde estaba presa por haber fugado de su familia adoptiva, allí conoce a Patricia Mac Donald, que la capta para el partido. Como tenía un tío en Santa Fe, lo contactan para que la busque y saque de la cárcel de menores.

A fines del 73 ya habíamos hecho pareja, vamos a vivir a barrio Estrada, hacíamos changas, ella trabajaba en casa de familia; ya en 1974 había avanzado la represión, pasamos a la casa de propaganda del PRT y nos vamos a otra casa. María Dolores queda embarazada y nace Laura el 15/9/74 en la maternidad del Iturraspe, el día que su mamá cumplía 19 años. Poco después me detienen en la calle.

Con su personalidad fuerte y avasallante, María Dolores se va a Rafaela con compañeros de allá, luego a Rosario; en un momento se fue del partido y se afincó en Paraná y luego volvió a la militancia a través de Lilia Hernández, con quien posiblemente la detienen y desaparecen en mayo de 1977.

En la visita de Caseros mi hermana me cuenta que en 1977 ella estuvo en contacto. Aparentemente tenían todo para irse del país y le dejaría a Laura la semana siguiente, le recomienda que le cuente a Laura sobre su madre. Pero nunca volvió. Intenté saber a través de compañeros en el exilio y todo fue negativo, luego con los del exilio interno

/Lidio

Maria Dolores nació en la ciudad de Buenos Aires el 15 de septiembre de 1955. Militaba en el PRT-ERP. Sus amigos y compañeros la llamaban "Loli”. Tras su secuestro, una niña de tres años aparece "perdida", publicó el diario La Razón en 1977. Los Molinas la criaron creyendo que era su sobrina, hasta que ésta apareció. ¿Quién era, entonces, la chica "perdida"? Gracias a las Abuelas, este caso, paradigmático del daño producido por el terrorismo de Estado, pudo resolverse.

Abuelas

Su memoria es recordada en una placa colectiva colocada en la Escuela de Comercio

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