Gustavo PON
Última actualización
Última actualización
Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Gustavo nació el 28 de septiembre de 1944 en Gualeguaychú. Era el segundo de 7 hermanos. Su padre Héctor Pon tenía una zapatería y su madre Carola era ama de casa. De la infancia, siempre se comentaban a través de anécdotas familiares, sus travesuras que ponían a prueba los nervios de sus padres y maestros. En su niñez, la parroquia era su lugar de recreación y contacto social. Su padre, católico practicante en la época de esplendor de la Acción Católica, no era amigo de rituales ni grandes ceremonias, el mayor elogio que le podía hacer a una persona era decir "es un cristiano", porque había incorporado fuertemente el contenido ético del cristianismo que aplicaba en su vida en la medida de sus posibilidades. A su vez, aunque no había tenido muchos estudios participaba de reuniones donde se analizaba el evangelio y se "filosofaba". Todo esto tiene una gran importancia en la formación de Gustavo. Desde su niñez fue una persona comprometida con todo lo que emprendía, lo sublevaba la injusticia. Su hermano Daniel recuerda, que cuando iban junto a su papá y los Hombres de Acción Católica a la cárcel de la ciudad de Gualeguaychú, (llevando cigarrillos, yerba y un poco de conversación a los presos) Gustavo le decía "fíjate los presos son los pobres". Gustavo era una persona firme en sus convicciones. A los 14 años decidió que iba a ser sacerdote. Se puso a estudiar latín y se fue al Seminario de Paraná en el año 1959, hizo cuatro años de Humanidades y en el año 1963 ingresó al Seminario Mayor, donde estudio Filosofía. Allí estuvo 6 años.
En la época de seminarista, visitaba la casa familiar en el verano, época en la cual al agrandarse la familia había más desorden pero también mucha alegría. Se destacaba por su buen humor y por sus comentarios inteligentes. En una de esas visitas de vacaciones comenzó a leer el Martín Fierro, estaba fascinado. Lo leía en voz alta a sus hermanos diciendo a cada rato: "esto es un evangelio”. Lo leyó íntegro sin parar.
Cuando le faltaba poco para terminar, al llegar a tercer año de Filosofía, hizo crisis con la vida célibe, crisis que lo empuja a abandonar el Seminario y los estudios religiosos.
Inició estudios universitarios en la Universidad Católica de Santa Fe. Terminó primero los estudios de Profesor de Filosofía y posteriormente obtuvo la Licenciatura, con una tesis sobre Merlau Ponti. En el transcurso del año 1968, en forma simultánea, inició estudios en la Facultad de Derecho, donde obtuvo el título de Notario, con la idea de obtener cátedras de Filosofía del Derecho. Esta carrera le resultó fácil, y la hizo prácticamente en sus ratos libres. Además la carrera le permitía ir al económico comedor universitario, ya que la familia nunca pudo costearle los estudios.
En este periodo, Gustavo empezó a dar clases en el Profesorado de Venado Tuerto, y en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Esperanza. También concurría con sus hermanos a las misas del cura Catena en Villa del Parque y tuvo una breve participación en la agrupación estudiantil universitaria Ateneo. En esa época lee mucho, comenzando a transformar sus inquietudes sociales en un compromiso político manteniendo una activa participación en los grupos cristianos relacionados con la Teología de la Liberación que desde el catolicismo planteaba una renovación y sobre todo el compromiso social.
Su hermano Roberto recuerda que en el departamento de calle 9 de Julio al 2900, donde vivieron en los años 70 y 71, empezaron viviendo tres y terminaron siendo seis y hasta siete dado que Gustavo, que ya por entones tenía el apodo de "Tavincho", no tenía problemas en invitar a vivir a cuanto conocido tenía algún problema de vivienda.
Por entonces, realizaba una intensa actividad académica y política, participando en diversos congresos, encuentros y reuniones relacionados con el Tercer Mundo y la Filosofía. Desde el año 1970 dará clase en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica de Santa Fe.
En el año 1972, teniendo una beca acordada para hacer el doctorado en Filosofía en la Universidad de Lovaina, Bélgica (gestionada a través de la Universidad Católica), decide quedarse para participar en la campaña y la experiencia de acceso al poder de sectores populares, que se daría con el triunfo del FREJULI.
Inicialmente trabajó en la comisión de familiares de presos políticos y luego en los grupos de profesionales peronistas que se conformaron al final de la dictadura de Lanusse.
En el año 73, la militancia política a la que Gustavo siempre le agregó su formación intelectual, era algo crucial en su vida. El 25 de Mayo de 1973 es designado Subsecretario de Cultura y Acción Social de la Municipalidad de Santa Fe, como representante de la Juventud Peronista Regional ll. Su gestión fue importante tanto en lo social (especialmente luego de la inundación del 73) como en lo cultural, siendo en este plano signo distintivo de su accionar, su política de traslado de los eventos culturales desde el centro de la ciudad hacia cada uno de los barrios periféricos (como los Programas de Cine y Títeres en los barrios), tornándolos así accesibles a los más humildes.
De su gestión también quedó la inauguración de la sala Marechal en el Teatro Municipal, la sala recibe el nombre de un escritor al que admiraba profundamente. Se lo recuerda andando en una camioneta Rastrojera de la Municipalidad, trasladándose incansablemente para todos lados.
Estuvo en el cargo menos de un año, debido a los problemas políticos que derivaron de la caída de Cámpora y el avance de Lopez Rega. Incorporado ya a la organización Montoneros lleva su militancia más allá del ámbito académico, dando continuidad a su compromiso con la problemática de los desposeídos, ya asumido durante el desempeño de la función pública, lo que concretó en esta etapa en el Barrio Centenario.
En 1973 se casa con Clarisa, su compañera, naciendo su único hijo Matías un año después, con el que jugaba y se reía mucho, como era su forma de ser. A partir de ese año dará clases alternativamente en Facultad de Ciencias de la Administración y en la Escuela Superior de Sanidad (UNL), en la Escuela de Servicio Social y en la Universidad Tecnológica Nacional.
A fines de 1975, allanan su domicilio y se produce la cesantía de 58 docentes de la Universidad Nacional del Litoral por resolución del rector Julio García Martínez, entre ellos Gustavo. Incorporado ya a la organización Montoneros, se trasladó a la ciudad de Rosario para continuar con su militancia política.
Su mamá Carola, repetía una y otra vez, cada una de las palabras de Gustavo cuando fue a verlo, referidas a la fidelidad a los compañeros caídos y a su convencimiento en el triunfo de la causa.
En junio de 1977 Gustavo escribió..."Estuve varios años buscando la forma más efectiva de cumplir el mandato evangélico hasta que me di cuenta de que el amor evangélico es un AMOR POLÍTICO, de que la beneficencia no sirve porque humilla y degrada, de que liberación y salvación son una misma cosa. Para qué vamos a salvar o liberar personas si luego tienen que servir a estructuras opresoras...Porque el sistema es la antítesis de todos los valores que profesamos".
Gustavo fue secuestrado en agosto de 1977 en la zona sur de Rosario .
En 2010, luego de dos años de trabajos en la zona, el Equipo Argentino de Antropología Forense halló a instancia judicial una fosa común en el predio Campo Militar San Pedro, cercano a la ciudad de Laguna Paiva. En la tumba clandestina en ese predio perteneciente al Ejército Argentino la investigación forense halló en una primera instancia los restos de cinco hombres y tres mujeres, seis de ellas con disparos en la cabeza.
Uno de ellos era Gustavo, que pudo ser inhumado en 2011 por su familia.
Su memoria es recordada en placas colectivas colocadas en la Universidad Católica, en la Facultad de Ciencias Económicas y en la escuela de Trabajo Social y en un monumento en la Plaza de la Memoria en Esperanza
Los responsables de su secuestro y desaparición fueron juzgados y condenados en la causa Guerrieri IV