Adriana María BIANCHI

Trabajaba en la firma John Deere y estudiaba Analista de Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional de Rosario. Era integrante de la Secretaría Política de Montoneros. El 4 de enero de 1977 fuerzas conjuntas del ejército y la policía provincial, rodearon la casa ubicada en San Martín y Boneo de la ciudad de Santa Fe, donde se encontraba junto a José Pablo Ventura y María Josefina Mujica , acribillándoles en un operativo destinado al exterminio .

De Adriana, a quien también llamaban “Paula”, “Carolina” o “la Gorda”, su mamá, quien había trabajado mucho para cuidar a sus hijos, dice: “ Cuando mi hija fue creciendo quiso también estudiar, capacitarse, porque ella quería que yo dejara de trabajar. Nunca se llevó ninguna materia. Yo traté de ayudarla, el sueldo era muy bajo, entonces le conseguí una beca. Además ella estudiaba inglés, era Maestra de Inglés, se caracterizaba por esa fuerza para luchar, emprendedora. Equivocados o no, confiados, los jóvenes lucharon. Creían que iban a producir el cambio, yo, con un poco más de experiencia tenía mis dudas. Le decía que el pueblo no estaba preparado para ese cambio social, pero ellos estaban convencidos de que sí. Adriana era muy joven cuando desapareció, tenía 21 años. Ella me decía “Mamá vos me enseñaste a pelear y a luchar y hay que llegar hasta el final”

Herminia Severini añade “Los militares crearon un terror para el resto de la vida. Esto tratamos de decirles a los jóvenes. Sobre todo que estén unidos, que se cuiden, pero que no dejen de luchar, que esto no termina y nosotros llevamos la palabra y la memoria.”

Ella no quiso recibir el cajón cerrado que pretendieron entregarle los militares, “¿cómo puedo saber si es realmente el cuerpo de mi hija? Quiero tener la confirmación científica”. Había sido enterrada como “N.N.” en el cementerio municipal y cuando le entregaron el cuerpo era el de María Josefina Mujica

El 30 de octubre de 2014, la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario puso el nombre de la madre de Plaza de Mayo Herminia Severini, al aula 203 de esa casa de estudios.

Por iniciativa de ex alumnos del Colegio Dante Alighieri de Rosario, junto a la concejala Norma López, se realizó un acto de homenaje a alumnos de la institución víctimas de la última dictadura cívico militar. En las puertas de la entidad se colocaron placas recordatorias de Sergio Jalil, Oscar Bouvier, Adriana Bianchi y Ricardo Meneguzzi.

Los responsables de su asesinato fueron juzgados y condenados en la Causa Acumulada

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