Evaristo Rolando OVIEDO “Chito”

Nacido un 6 de enero de 1954 en Zárate, provincia de Buenos Aires. Militante peronista en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en el colegio Industrial de esa ciudad, donde era un referente. Con su compañera Marta Berra debieron continuar su militancia en forma clandestina en la ciudad de Santa Fe, alejándose del cordón industrial que era duramente reprimido desde 1975.

"Chito" y Marta vivían en un departamento interno, en un pasillo de Aristóbulo del Valle 5050, donde compartían sueños, la edad -los dos tenían 22 años-, la militancia y la gran espera: el bebé. En el departamento del fondo estaban los Guastavino, Pedro y su compañera Liliana, otros militantes.

En los primeros días de setiembre de 1976 había comenzado una ofensiva militar en la capital santafesina. El martes 7, un grupo armado rodeó una casa de dos plantas en Martín Zapata 2526, a dos cuadras de donde vivían los Oviedo y ejecutó a dos militantes montoneros: Miguel Angel Fonseca y Luis Alberto Vuistaz.

A la noche siguiente, el blanco fue el pasillo de Aristóbulo del Valle 5050. Un grupo de tareas asaltó su casa y secuestró a Marta, embarazada de siete meses y al matrimonio de Pedro y Liliana. El asalto comenzó entre las 10 y las 11 de la noche -recordó Berra cuando le tocó declarar ante la justicia federal en setiembre de 1999-. "Yo estaba en el patio cuando dos personas me ponen algo encima. Oviedo había quedado adentro del departamento, de donde lo sacaron muerto. Marta terminó en la parte de atrás de un vehículo, mientras en otro se llevaban a los Guastavino. "Ellos estuvieron desaparecidos varios días. A ella la vuelvo a ver después en la Guardia de Infantería Reforzada, donde me cuenta que en el momento del operativo escuchó un disparo en mi departamento, donde estaba mi compañero Evaristo Rolando Oviedo", relató Berra. Un mes y medio después, en la segunda quincena de octubre de 1976, la suben en un avión junto con un contingente de detenidas que terminan en la cárcel de Villa Devoto. El 1º de noviembre, en la maternidad Sardá, en Buenos Aires, nació Sebastián. ‘No me dejaron inscribirlo con el apellido del padre y lo tuve que anotar con mi propio apellido’, reveló.

Tiempo después con el regreso de la democracia su cuerpo fue exhumado e identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Y ahora un poco de historia que demuestra una vez más que la dictadura militar, no solo asesinó gente sino que también deshizo familias.

EL PRIMER JUICIO DE FILIACION POST MORTEM DE VICTIMAS DE LA DICTADURA EN LA PROVINCIA

Un largo recorrido hasta la propia identidad

En 1999, la ex fiscal Tessio avanzó con sus investigaciones sobre el destino final de los militantes montoneros que habían sido inhumados como NN entre el cementerio de Santa Fe, en 1976 y 1977, entre ellos Oviedo, que era oriundo de Zárate, igual que su pareja. Para ello, convocó al Equipo Argentino de Antropología Forense que exhumó e identificó los restos y reveló la causa de muerte: "El impacto de proyectiles de arma de fuego en la región cefálica", dice el informe de los antropólogos. El 17 de setiembre de 1999, el Juzgado Federal Nº 1 de Santa Fe declaró que los restos hallados eran de Oviedo y ordenó entregarlos a su compañera y al hijo de ambos.

Las investigaciones de la entonces fiscal federal Griselda Tessio (luego vicegobernadora de la provincia) alentaban sentimientos encontrados: el dolor de recuperar los restos de su padre que habían permanecido 23 años como NN en el cementerio municipal y devolverle su identidad: Evaristo Rolando Oviedo, se mezclaba con la esperanza de recuperar también su derecho al nombre paterno. Nueve años después de aquella búsqueda del destino final, la Justicia santafesina declaró que Sebastián, que nació el 1º de noviembre de 1976, a los dos meses de la caída de Oviedo, es su hijo y ordenó inscribirlo en el Registro Civil con su apellido paterno. El fallo de la jueza en lo Civil y Comercial de la 5ª nominación de Santa Fe, Liliana Michelassi es el primero en la provincia en un juicio de filiación extramatrimonial post morten de víctimas de la dictadura.

"Después de 32 años, Sebastián pudo recuperar su identidad paterna, un derecho humano fundamental, del que fuera privado por el terrorismo de Estado", dijo el abogado Jorge Pedraza, que patrocinó la demanda.

/ Rosario 12

Su memoria es recordada en Baldosas de la Memoria colocadas en la Plaza Escalante

Los responsables de su asesinato fueron juzgados y condenados en la Causa Acumulada

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