Juan Carlos NORIEGA “Mojarra”
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Nació el 13 de noviembre de 1949 en General José de San Martín (Chaco).
Sus padres fueron Antonio Marcelo Noriega y Eva Irma Debes. Marcelo tenía un taller de carrocerías para camiones, y Eva trabajaba en la casa y vendía comida. El matrimonio tuvo cuatro hijos: Juan Carlos era el mayor, Dora la segunda, Juan Ernesto y Ricardo eran los menores. Todos se criaron en San Martín.
Con Dora acostumbraban festejar juntos sus cumpleaños (cumplían el mismo día) e inclusive, posteriormente, compartían una libreta de ahorro en el Correo.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela N° 44 de dicha localidad, y el secundario lo realizó en el Bachillerato Esteban Echeverría, de donde egresó en el año 1968, aproximadamente.
Juan Carlos era un joven muy inteligente, sano, lleno de ideales. Jugaba al basketball en el equipo del colegio, viajó a encuentros en Charata y Santa Fe. Le gustaba ir al cine. Ayudaba en la casa repartiendo las comidas que realizaba la madre (pastelitos, flanes, pan, etc).
Se trasladó a la ciudad de Santa Fe para iniciar sus estudios universitarios, en la carrera de Ingeniería Química en la Universidad Nacional del Litoral. Para el año 1975, se encontraba trabajando en la Legislatura, a la par de estudiar en la universidad.
A fines de 1975 Juan Carlos con su pareja, Alcira, se trasladaron a Tucumán a vivir, pero como no pudieron conseguir una vivienda, viajaron a San Martín (Chaco), a la casa de su madre. Allí Alcira se quedó con sus dos hijos y Juan Carlos volvió a Tucumán a buscar una casa. El 11 de enero de 1976, salió desde Resistencia hacia Tucumán en el colectivo de las 11:00 hs. Había prometido regresar el 28 de ese mismo mes, pero no volvió. Supimos que Juan Carlos estuvo residiendo durante esos días en una casita ubicada en la localidad de Tafí Viejo, Tucumán. Una versión relata que al momento de su desaparición se encontraba viajando de Tucumán hacia Concepción, cuando personal de las FF.AA detienen el colectivo y lo acribillan.
Dora, su hermana, fue secuestrada meses después en Corrientes y asesinada en la masacre de Margarita Belén.
Fuente: Registro Único de la Verdad – Chaco.
“Era un negro grandote, bueno, macanudo, del Sindicato de la Madera. Sin saber de donde salió, un día cualquiera nos encontramos y empezamos a militar juntos, en lo gremial. Yo trabajé en territorio en la JP. En esa época estaba muy en boga la Juventud Sindical (JSP) que tenía que ver con la UOM. Yo trabajaba en la FIAT, había compañeros de la Tool también, pero no respondíamos a la UOM; nosotros estábamos conformándonos como JTP, nos reuníamos en FOETRA, otras veces en el Sindicato de la Madera que nos daban lugar, nos conectábamos, hablábamos sobre nuestro objetivo en el movimiento obrero. Así los municipales, empleados públicos, metalúrgicos, telefónicos, nos fuimos juntando y se creó la mesa de la JTP en Santa Fe. Nos juntábamos porque teníamos la avidez de conocer y hacer cosas.
Mojarra fue uno de los fundadores de la mesa de la JTP, tenía mucho que ver con lo que era la organización de todo, y la difusión de ideas a través de volantes. Hubo muchos conflictos en los que vi la militancia del Negro Mojarra, hicimos actos relámpagos en el paso a nivel y después tuvimos que ver con el gremio de la carne, con nuestro trabajo ganamos el sindicato, también en el Sindicato de la Construcción. En otro conflicto, de los colectivos, él siempre andaba, tenía muchos huevos, era corajudo.
Una vez tuvimos que viajar a Buenos Aires a la mesa nacional de JTP, en el sindicato de gas del estado, íbamos como pajueranos, casi tomados de la mano. Pero el Negro era así, como que nos cuidaba, se hacía responsable de lo que nos podía pasar, porque hubo cosas pesadas…“
/ el Negro, un compañero
Su memoria es recordada en placas colectivas colocadas en la FIQ - UNL