Georgina DROZ
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Georgina, o la “Yoryi” como dicen sus amigas, era una chica muy linda, querida, estudiosa, sumamente preocupada por los problemas de la educación del pueblo. Se había recibido de Profesora de Ciencias de la Educación en Paraná, después obtener el título de Maestra Normal en la Escuela Normal General San Martín de Santa Fe, iniciando posteriormente estudios en el Profesorado de Letras de la Católica que abandonó para irse becada a México a estudiar con Paulo Freire. Al finalizar su beca, se quedó un tiempo más para realizar otros estudios y trabajos siempre vinculados a la problemática educativa.
A mediados del 73, ya de regreso en el país y encuadrada en Montoneros, va a Salta. Allí se estaba organizando una nueva Universidad, sobre la base de varias carreras que se dictaban bajo la adscripción a un Instituto de Tucumán. El organizador y luego primer rector era el Dr. Carlos Holmberg, un salteño, abogado y poeta, de orígenes políticos en la Democracia Cristiana, un hombre pluralista, de un excelente nivel académico, que se preocupó por contratar a gente muy capacitada, plural; llegaron muchos de otras provincias, e incluso algunos refugiados chilenos (gente muy capacitada que finalmente se fue a México), se incorporaron también. Las vinculaciones de Holmberg con la derecha tradicional, le permitían cubrirnos, aunque desde muy pronto la sociedad salteña tradicional estuvo en abierta oposición con esta “invasión” de “extraños” que para colmo no comulgaban con su elitismo. Dice nuestra testigo, compañera de trabajos y prisión de Georgina.
En la Universidad salteña, además de fundar el Sindicato de Docentes Universitarios, Georgina estuvo relacionada con varios proyectos sumamente interesantes. El AM25, un proyecto que permitía ingresar a las Licenciaturas universitarias a los adultos mayores de 25 años, que no hubiesen finalizado el secundario. Aunque esta valiosísima iniciativa de educación popular tuvo mucha oposición, siguió adelante. Se realizaron cursos de nivelación y se inscribió gente de gran trayectoria por ejemplo algunos reconocidos poetas salteños.
Se organizó un ciclo de formación básica previo a las carreras, a partir del cual los alumnos, futuros profesionales, pudieran contar con una formación que les permitiera superar la atomización propia de las especializaciones y comprender la globalidad desde una formación humanística.
Se formó el Centro Regional de Formación Docente, dependiente del Rectorado en el que Georgina actuaba como coordinadora. Desde este centro se gestó todo el apoyo a la campaña de alfabetización (CREAR) que se desarrolló en cinco provincias del NOA. Se actuaba en coordinación con una red nacional, se redactaron cartillas orientadoras para los alfabetizadores y se los formó en cursos de capacitación.
Al mismo tiempo dictaba varias cátedras en el Departamento de Ciencias de la Educación: Educación de Adultos y Educación Permanente.
Ella era la responsable de la organización dentro de la universidad, marcaba líneas muy claras en cuanto al trabajo y la función de la educación superior, era muy crítica con respecto al papel de los intelectuales en la sociedad.
A comienzos del 75, se van algunos compañeros y van llegando otros, ella es reasignada al frente territorial y comienza a alejarse del ámbito universitario. Trabajaba en una Unidad Básica y adquiere mayor compromiso en lo militar.
Es detenida en abril del 75. Cuando llega a la cárcel las presas políticas eran pocas y algunas habían sido alojadas con los comunes en condiciones bastante deficientes, ella organiza una huelga de hambre reclamando por las compañeras, logra la adhesión de las presas comunes, especialmente la solidaridad de las prostitutas. Se organizan talleres de costura, artesanía, teatro, estudios.
Todo eso desaparece después del golpe. El número de las presas comienza a aumentar, llega un grupo grande del PRT, ella logra la unidad de todas, más allá de la identificación política de cada una. Su presencia fue fantástica, era una mujer de gran inteligencia emocional, comprendía situaciones, sabía qué le pasaba al otro y además tenía un gran sentido del humor.
Georgina fue asesinada, “Días antes Braulio Pérez, entonces director de la cárcel, acompañado de su hijo y otros carceleros, en una de sus habituales visitas a nuestro pabellón nos había dicho mientras sonreía cínicamente “los militares vienen quinteando” ¿y qué quiere decir eso? Le preguntamos, y respondió con otra sonrisa “uno, dos, tres, cuatro, cinco al paredón”.
“Ese paredón fue el de Palomitas, allí las cinco compañeras, Georgina Droz, Evangelina Botta, Chiche Ragone, Amaru Luque de Usinger, Celia Leonard de Ávila junto con siete compañeros, Alberto Zabranski, Rodolfo Usinger, Leonardo Ávila, Pablo Outes, José Povolo, Roberto Oglietti, fueron fusilados.”
/ Testimonio de Graciela López, presa política y amiga de Georgina en Salta.
El Consejo Superior de la UNSa aprobó poner el nombre de Georgina Droz al Plan AM25 en homenaje a quien en el 73 (fundación de la universidad) contribuyó a generar un espacio para que los adultos mayores de 25 sin estudios secundarios completos pudieran acceder a la casa de altos estudios.
Los responsables de su secuestro y desaparición fueron juzgados y condenados en la causa Palomitas I-Salta