“aquí no pasó nada”

En una provincia muy extensa, con dos grandes centros urbanos que aparentan concentrar toda la actividad pública, resulta común escuchar desde distintos rincones que “aquí no pasó nada”, cuando se habla de las décadas de 1960 y 70.

Pasó medio siglo, terrorismo de Estado, oleada neoliberal, y la memoria se desdibuja.

Sin embargo, en todas las ciudades y regiones, como veremos en adelante, si cambiamos los nombres propios y los lugares concretos, podríamos contar historias similares

En todas esas poblaciones ocurrieron cosas parecidas, porque se vivía la misma situación, los jóvenes participaban y se nucleaban en torno a la Iglesia, a sectores políticos o gremiales.

Lo hacían tanto los que salían de sus lugares de origen para empezar carreras universitarias, como muchos de los que continuaban viviendo en sus comunidades.

Los viejos luchadores transmitían su experiencia, desde anarquistas, comunistas o peronistas de la resistencia; los jóvenes inventaban caminos en medio de lo prohibido.

Y hoy en cada localidad hay plazas, baldosas, placas, o monumentos que recuerdan a quienes se jugaron para hacer posibles sus sueños.

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