Los loteos
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
La llamada “Revolución Argentina” (1966-1973), encabezada por el Gral. Onganía, implantó en el país lo que se conoció como “política de la topadora”, tendiente a la erradicación de asentamientos mediante desalojos compulsivos. En Barrio Santa Rosa de Lima, Barranquitas Oeste y La Lona, fueron resistidos eficazmente por los pobladores. Fue así que con esas políticas autoritarias operaron como un catalizador y las iniciativas y reclamaciones adquirieron mayor organicidad y un nivel creciente de confrontación:
“Uno de los primeros jalones ocurrió en 1967, cuando se intimó a los vecinos asentados en La Lona que en 48 horas debían irse. Se corre la voz entre los barrios y se van en gran grupo hasta diario “El Litoral” y se hace una “sentada” frente a su sede sobre calle San Martín” (Osvaldo Silva. ex párroco Barrio Santa Rosa de Lima)
Obtener la regularización en la ocupación del territorio (lo que genéricamente se llamó “el loteo”) fue de las principales luchas y no solo consolidó la organización de cada barrio empeñado en ella sino que dio paso a una etapa organizativa superior: la coordinación entre los barrios involucrados, en el aprendizaje, la solidaridad y la acción.
La lucha por legitimar la ocupación de larga data, con el mejoramiento, enaltado y rellenado que venían haciendo los ocupantes, era ni más ni menos que la lucha por “un lugar en el mundo”. Para los excluidos de los bordes, no era poca cosa.
El “loteo” significaba también acceder a un nivel de urbanización del que se carecía totalmente: mensura y subdivisión, traza de calles, luces, veredas y desagües.
En casi todo el borde oeste, se va poniendo en marcha un enorme trabajo organizativo que tuvo el apoyo de técnicos y asistentes sociales. En estas Historias se hace referencia, por ejemplo, a la participación del Arq. Ricardo Franco y la de estudiantes de arquitectura, en el loteo de Barranquitas Oeste.
Los testimonios y registros concuerdan en que Villa del Parque fue el barrio precursor del desarrollo organizativo territorial de la década del 60 y en particular, del que tuvo como objetivo el LOTEO, cuya experiencia se transmitió a otros barrios que lucharon por lograrlo con marchas, movilizaciones y hasta huelgas de hambre.
“El nuestro fue el primer barrio organizado y politizado: de ahí surgieron muchos dirigentes que fueron cabezas visibles en cada lugar en el que trabajaron. Villa del Parque formó muchos dirigentes tanto políticos como gremiales que hasta hoy siguen actuando” (Raúl Busto. Barrio Villa del Parque)