Osvaldo Catena, hermano de todxs
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
El Padre Catena nació en un pequeño pueblo de la Provincia de Santa Fe, Mariano Saavedra, el 13 de abril de 1920. Posteriormente la familia se trasladó a San Vicente, dónde cursó los estudios primarios y al finalizar este ciclo, con 13 años, resolvió ingresar al Seminario de Guadalupe de dónde egresó como sacerdote en 1943.
Pronto se destacó como hombre de fe comprometido con su pueblo y cómo músico. A mediados de los años ’50, pertenecía junto al Padre Zanelo a la Parroquia de Santa Teresita. Fue fundador del Movimiento Familiar Cristiano de Santa Fe, de gran influencia en la cristiandad de la época.
Comienza a ir al barrio “El triángulo”, también conocido cómo “los bravos” mucho antes de llamarse Villa del Parque, en septiembre de 1956. Fue a partir de la obra del cura Rodríguez, creador de “Obra de los Barrios” que tenía a su cargo la catequesis de los barrios periféricos.
Al ser nombrado Capellán del Colegio Nuestra Señora del Calvario, buscó la formación cristiana de sus alumnas a partir de una mirada de la realidad a la luz del Evangelio. Al mismo tiempo, estaba trabajando como sacerdote en la Capilla de Cristo Obrero, en el barrio que entonces se llamaba El Triángulo, hoy Villa del Parque. Muchas de sus alumnas calvarianas recuerdan ir con él al barrio y conocer así, en plena adolescencia, una realidad social muy diferente a la propia de niñas de una clase media más o menos acomodada.
Hombre de muchas facetas, era también perito en Liturgia, y cómo tal participó como asesor en esa área del Concilio Vaticano II y se dedicó a producir una renovación en las formas del culto, tratando de integrar la liturgia a la vida. Lo hizo, sobre todo, a través de la música y el canto. Organizó la Escuela de Música Sagrada, y el coro “Los Cantores de Cristo Obrero”, asesoró a Ariel Ramírez en la elaboración de la Misa Criolla y participó en la grabación del disco. Además fue autor de varios cancioneros litúrgicos, “Gloria al Señor” o “Cien Salmos para cantar”, entre otros.
“Cuando vine al Barrio me di cuenta que la música que hacía era como si hablara en otro idioma, la gente no me entendía. Y pensé que la liturgia podía ser una forma de comprenderse, porque es la expresión de la comunidad que reza cantando. Así empecé a componer las primeras canciones de la Misa, de Navidad, de Pascua.”
Allí, en Villa del Parque, contribuyó a la formación de numerosas instituciones. Una maestra que comenzó a trabajar allí en 1960, recuerda que entonces la escuela constaba sólo de un aula de material, dónde los domingos se celebraba la misa, y una prefabricada, pero, el cura vestido con un mameluco amarillo, trabajaba junto a los vecinos en la construcción de nuevas aulas. No sólo se construyeron aulas sino que por su impulso se formó la Vecinal, la Escuela Técnica, la Guardería, el Dispensario.
Hay una anécdota que cuentan los vecinos: "que en un baldío propiedad de los Stader, antiguos propietarios de la zona, apareció un señor que tocaba el acordeón sentado en un cajón y a su alrededor se iban juntando primero los chicos y luego los más grandes. Ese señor era el padre Osvaldo Catena, desde entonces Osvaldo desarrolló toda una tarea social más que de catequesis hasta que finalmente por insistencia de un vecino que le dijo "padre, es al revés, sería mejor que usted viviera en el barrio y fuese a dar catequesis a los chicos del centro”. Esto lo hizo reflexionar y compró un rancho que era de un pastor evangelista y se asentó definitivamente en Villa del Parque en el terreno próximo a dónde hoy se levanta la capilla de Cristo obrero
En una carta a su sobrina Nidia, dice: “…Siempre anhelé vivir fuera del tronco de la sociedad (la clase media, donde nada pasa) y venirme a la raíz donde se forma y transforma la historia impulsada por el hambre y sed de justicia de los pobres”.
Desde mediado de la década del 60 en los barrios comienzan las organizaciones para la legalización de los lotes y de otras reivindicaciones como el agua y la luz para 1970 se hace una movilIzación muy fuerte a la Municipalidad de Santa Fe. El intendente Ureta Cortés, viendo la movilización, trata de utilizar a Osvaldo como interlocutor individual para separarlo de la gente, a lo que él se niega a pasar porque debían entrar todos los miembros de la comisión vecinal. Ante la insistencia del intendente de facto se subió a un colectivo y se fue. Su actitud demuestra lo que él siempre decía de "el valor de lo comunitario siempre es superior a lo individual".
Miembro del grupo de Sacerdotes para el Tercer Mundo, en 1971 fue detenido en Rosario junto a otros 46 sacerdotes, que tenían un enfrentamiento con el Obispo Bolatti. El propio obispo autorizó la represión, siendo detenidos en esa redada Serra, Yacuzzi, Troncoso, García y Mac Guire.
Liberado a los tres días en una carta a sus vecinos, decía: “Nosotros nos sentimos acompañados, defendidos, pero ahí dentro pensamos en tantos detenidos que son torturados, golpeados e incomunicados sin que nadie o muy pocos pudieran ayudarlos. Y pensábamos también en esos presos sociales (obreros, profesionales, estudiantes) eran como los testigos de todo un pueblo preso por la falta de trabajo, de vivienda, de respeto. Un pueblo despojado de su libertad aunque no esté encerrado en una cárcel.”
En octubre de 1974, amenazado por las patotas de la triple A, debió dejar Santa Fe. Ayudado por el obispo de Azul, se trasladó a Benito Juárez (Buenos Aires) dónde continuó su obra en la Iglesia “Nuestra Señora del Carmen”. Falleció el 29 de noviembre de 1986.
En 1991 el Concejo Municipal de Santa Fe designó con su nombre a la calle principal de Villa del Parque. La Escuela Primaria N° 1192, a propuesta de los padres de los alumnos, también lleva su nombre.
El grupo “Matecosido” presentó en el año 2007, un documental sobre su vida basado en los testimonios de quienes lo conocieron y compartieron su vida y en el periódico “La voz de Villa del Parque” haciendo “un viaje a través del mimeógrafo” para reconstruir la vida de quien mejor encarnaba la imagen del Hombre Nuevo porque como dice la canción que tantas veces entonamos juntos:
“Por eso estoy aquí cantando
Por eso estoy aquí soñando,
Con el hombre feliz, el hombre nuevo
El hombre que te debo, mi país”