Vicentín, lucha obrera y represión

Extractado del artículo “La empresa Vicentín Y el terrorismo de Estado” de Ana Fiol

La zona de Avellaneda, departamento Gral Obligado, había sido poblada por italianos escapados del hambre y de las guerras. Colonos en una sociedad que se consolidó dividida por la colonialidad del poder, de un lado los “gringos” y del otro los “negros” (criollos, mestizos e indios). La estructura económica del norte santafesino profundo: el latifundio, la explotación, la miseria, la violencia, resultó con el tiempo en una sociedad conservadora, discriminadora y racista.

El grupo económico Vicentín SAIC fue creado en 1929 en Avellaneda como un almacén de ramos generales. En 1937 empezó a funcionar la primera desmotadora de algodón y en 1943 comenzó la molienda de semillas para la producción de aceite. “La dictadura de Juan Carlos Onganía le concedió gratuitamente, tierras en el Departamento Vera y tierras en el Departamento General Obligado, donde tiene la base de sustentación de la producción algodonera” (Carlos Del Frade). Tres generaciones de la familia Vicentín se enriquecieron con la creación de lo que se convirtió en un oligopolio.

La primera huelga general y la organización del sindicato. Todo empezó en 1974 con la huelga general impulsada por los obreros. En la fábrica se producían muchos accidentes de trabajo, fatales y graves: una mano cortada, un dedo, quebraduras, espaldas destrozadas. En ese año “había muerto un compañero” relata Efrén Venturini, delegado general, detenido desaparecido y sobreviviente. Un camión lo chocó en la puerta de la fábrica y lo atendieron en un sanatorio, del que era socio un médico casado con una Vicentín, hija de los dueños de la fábrica. El obrero murió tres días después y su cuerpo fue entregado a la familia con una pierna menos para que no hubiera pruebas. Los trabajadores se organizaron e hicieron una huelga que no tenía antecedentes en la zona, era la primera vez que los obreros se atrevían a organizarse y desafiar a la patronal. La fábrica los denunció y les envió a la policía. Quedaron detenidos los tres organizadores de la huelga y los encarcelaron por cinco días. Hubo razzias policiales violentas en el barrio obrero. Cuando salieron siguieron trabajando en la fábrica y organizándose para ganar el gremio de los Aceiteros y Desmotadores. Se reunían en el salón de la parroquia y la policía de civil se infiltraba, los espiaba por las casas y los techos, los seguían por las calles.

A pesar de todo, en octubre de 1975 ganaron el gremio e impusieron reglas diferentes a las de la burocracia sindical que acostumbraba a arreglar con la patronal. No se podía ser secretario general más de dos veces seguidas y cada seis meses rotaban los secretarios de la comisión directiva. No querían traiciones a los obreros, no querían sindicalistas enquistados, mal acostumbrados a los beneficios de viajes y secretarías. También organizaron el Cuerpo de Delegados por secciones de la fábrica.

Arrecia la persecución. La empresa se deshace de los gremialistas. En enero de 1976 le allanaron y detuvieron a dirigentes. En septiembre la represión se puso muy dura en el norte provincial. Fueron chupando estudiantes y arreció la persecución contra los miembros, abogados y militantes de las Ligas Agrarias.

El 4 de noviembre secuestraron a veintidós obreros de la fábrica Vicentín. Se llevaron a toda la Comisión Directiva y a todo el cuerpo de delegados. Algunos de ellos fueron secuestrados adentro de la propia fábrica mientras cumplían su turno de trabajo.

El 5 de noviembre, un día después del secuestro de los trabajadores y representantes gremiales, la fábrica les envió un telegrama para que se presentaran a trabajar en 24 horas, so pena de ser despedidos. Esta estrategia fue usada por otras empresas que trabajaron con la dictadura para eliminar la resistencia obrera a la explotación. Se trató de una estrategia patronal para librarse de los obreros “problemáticos” y a la vez ahorrarse una fortuna en indemnizaciones.

¿Cómo se hizo esa fortuna, emporio empresarial e integración productiva? (...) La empresa Vicentín fue cómplice de la represión de los trabajadores y su complicidad e instigación de delitos de lesa humanidad, para asegurarse obreros dóciles, obedientes y familias aterradas.

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