Jorge TROD «El Turco»

Su padre era un militante conocido en la ciudad. Los hermanos Trod, Jorge y Sergio eran tipos aguerridos, luchadores. Los padres acompañaron y bancaron a sus hijos, a pesar de temer lo que podría pasar.

Comenzaron a trabajar socialmente ayudando en el barrio «Las Latas», como se llamaba entonces un barrio de gente muy pobre cercano a su casa. La madre tenía un quiosco; ellos iban y le decían, por ejemplo: «Vieji, necesitamos unos paquetes de caramelos, mañana es el día del niño y hay que festejarlo, ¿vos vas a venir no?»... Se hacía chocolate y se festejaba. Doña «Chuni» los acompañaba y tejía para los que necesitaban ropa.

Relata su madre:

Jorge era muy inteligente y sólo le faltaban dos o tres materias para recibirse cuando dejó la Facultad de Veterinaria. Antes había empezado Medicina en Buenos Aires, donde su examen de ingreso estuvo entre los diez mejores. Trabajaba en el Correo pero, como los horarios no le permitían estudiar, tuvo que dejar.

Por falta de dinero abandonó medicina y decidió estudiar en Esperanza. Allí militó en la JP, en un barrio donde, entre otras tareas, ayudaba a las familias en la construcción de escusados ya que no tenían baño, difundiendo normas de higiene y haciendo tomar conciencia sobre la importancia de vacunar a los chicos. Se casó con Cecilia Marfortt. Ella era maestra en manualidades y su militancia se concretaba llevando a las mujeres del barrio a la Iglesia, donde les enseñaba a coser y tejer.

Cuando Cecilia quedó embarazada, en un Plenario de la JP de Esperanza, decidieron que el nene se llamaría «Mariano» en recuerdo de Mariano Pujadas.!" «Chechi» fue la primera compañera embarazada y el hijo de ella y Jorge, el primer hijo de todo el grupo. Jorge talló en madera la figura de una mujer embarazada.

Pero, en su vida no todo era militancia. Desde la niñez le gustaba el ajedrez, fue profesor de ajedrez en el Club Aaron Castellanos y fue campeón en Esperanza, Rafaela, San Nicolás y Zárate. En la plaza de Esperanza se organizaban partidas simultáneas y él las ganaba todas, también le gustaba el básquet. Jugó en Almagro.

Cuando Jorge y su compañera debieron irse a vivir a San Nicolás, él trabajaba tallando muebles. Un día, cuando ellos habían salido, allanan la casa donde, en ese momento, solamente se encontraba un hombre mayor que vivía con ellos, al que le decían Ignacio. A Ignacio lo mataron en la puerta de la casa. Ellos se salvaron gracias a una vecina a la que enseñaban a leer y escribir. Esta mujer, sabiendo que habían montado una encerrona, los espera y al verlos venir les avisa. Así pudieron escapar.

La casa fue saqueada, se llevaron todo lo que encontraron. Ellos tuvieron que ir a vivir a otros lugares, refugiándose donde podían, «Chechi» estaba embarazada nuevamente y en septiembre del '77 nace Carolina. A pesar de todas las adversidades que tenían que afrontar nunca pensaron en dejar la militancia, ni el compromiso asumido por sus convicciones. Sus padres les propusieron en varias oportunidades que abandonaran el país por lo difícil que todo se ponía pero siempre se negaron.

Jorge y la «Chechi» desaparecen en Zárate, Buenos Aires, en enero del '78. Los familiares consiguieron recuperar a la nena. En ese momento Mariano ya estaba con los abuelos.

“Ellos podrían haberse ido del país, económicamente lo hubieran podido hacer. Pero nunca acordaron con eso, por eso se quedaron y por eso los mataron. Sin dudas había una idea de quedarse para luchar por un país mejor, había una motivación muy fuerte. Hicieron que su vida valga la pena, me parece que a la larga lograron algo, el hecho de que todavía estemos hablando de3 esto lo demuestra"

/ Mariano, hijo de Jorge y Chechi

Su memoria es recordada en un monumento en la Plaza de la Memoria en Esperanza

El Espacio de la Memoria Rafaela realizó un mural como parte del programa Memoria en la Pared

Los responsables de los secuestros y desapariciones de Jorge y Cecilia fueron juzgados y condenados en la Megacausa Campo de Mayo

JUICIO: (VER ANEXO)

HOMENAJE:

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