Sara Susana MEDINA
Última actualización
Última actualización
Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Era hija de Eduardo Medina y Sara Flores. Nacida en Malabrigo (Santa Fe) el 5 de noviembre de 1948, había cursado los estudios primarios en la escuela fiscal Rivadavia y secundarios en el Colegio San José, de Reconquista. Susana cursaba la carrera de Docente Guía, algo similar a Psicopedagogía, en el Instituto del Profesorado Básico de la capital provincial.
Susana participaba organizadamente en un grupo allegado a jóvenes del Colegio Mayor de Santa Fe, que era un hospedaje barato para estudiantes creado por la Iglesia Católica en diversos lugares del país con una estructura democrática y participativa. La mayoría de aquellos estudiantes formarán el Ateneo Universitario. El sacerdote Rosso en sus comienzos fue uno de los asesores.
"Era muy alegre, activa, andaba todo el día trotando, nos encontrábamos en el comedor universitario. Iba a las reuniones del Ateneo, yo la vi allí, el Ateneo todas las semanas hacía reuniones, las llamaban peñas. Se leía algo, se discutía políticamente, eran discusiones para proyectar qué podía pasar, qué hacer, no había mucho en concreto, por lo menos así en el nivel superficial, si lo había no te lo decían tampoco. Recuerdo que hicimos un picnic en una isla aquí (Santa Fe), fue Susana, charlábamos cómo iba a venir el enfrentamiento. Decía ella: que nosotros vamos a tener que quedarnos en la ciudad, posiblemente por allí tengamos noticias de Hugo, yo sé que Hugo se va a meter en eso, que me digan que lo hirieron, que está enfermo, yo no lo voy a poder ver...
-¡No hables así Susana! - Y al final ella fue la primera. Fue en un momento del picnic, que fue de alegría y buena joda.
"Con Hugo (su hermano) se llevaban muy bien. Lo conoció al padre Paoli, quien dio una charla cuando hicimos un Campamento Universitario de Trabajo en Reconquista"
"Una vez estuvimos frente a la explanada de la Universidad, en un acto con mucha gente, 60 o 70, hablaron dos o tres chicos, después apareció la Policía y empezamos a correr, yo corría detrás de Susana, ella tenía más conocimiento de la ciudad porque hacía más tiempo que estaba, nos metimos en el jardín de una casita a descansar, la cana corría y daba palazos a cualquiera, chicos y chicas. La visión de Susana era poder cambiar a los compañeros universitarios, hacer una tarea de base, de concientización, en ese ámbito, allí estaba su territorio. No era de ir a los barrios".
"Con Raúl Bracco , si bien no estaba de novia, había una cierta relación, estaban conociéndose. Él iba a visitarla, los veíamos juntos. No habían formalizado nada todavía. Este muchacho, la "Madre" Bracco vivía con Jorge Obeid, estudiaban ingeniería química".
/ Becha Alarcón
Bracco será miembro de Montoneros y morirá por sus convicciones años después.
¿Qué imaginaba Susana? Tal vez el mejor alegato para conocer su pensamiento comprometido lo atrapemos en cartas, una de ellas enviada a su amiga Silvia Sablich, en noviembre de 1967:
"Silvia, el mundo que estamos construyendo nosotros nos exige una respuesta de hombres responsables, una acción, una lucha, no podemos seguir 'presenciando' el espectáculo que pasa ante nosotros, la injusticia que indirectamente estamos cometiendo, el sufrimiento de tantos sin tener más que un poco de lástima o peor, indiferencia.
"El mundo en que vivimos está enfermo, tiene fallas y errores por todos lados, y somos nosotros los quejosos y criticones de siempre, los que estamos llenos de todo, los que tenemos posibilidad de hacer algo, las que tenemos que olvidarnos un poco de nuestros 'grandes problemas' y mirar alrededor, y después de mirar, hacer.
"Es hora de que abramos los ojos, de que digamos sí a las exigencias de este momento.
"Todo esto es difícil, sobre todo cuando estamos tan metidos en nuestra comodidad, en nuestro no pensar, en no saber, porque no sea que al enterarnos nos amarguemos, entonces nos deprimamos, mejor es hablar pavadas, reírnos de cualquier cosa, porque total no podemos hacer nada... y así siempre lo mismo; sí podemos hacer algo, no te parece?. Los grandes cambios surgen de los pequeños, que tal si contribuimos un poco?"
Aquel grupo que integraba Susana no tenía nombre aún, por lo que no firmaban revelando sus actividades y posturas, pero serán muchos de ellos los que convergerían con otras agrupaciones, en un futuro no lejano, en la conformación de Montoneros. Susana tenía 19 años.
"Fueron mis maestros. Yo los escuchaba, pero tenía miedo"
"Mi marido no compartía las ideas de ellos. Yo tampoco porque tenía mucho miedo. Pero Hugo y Susana eran muy confidentes conmigo, me contaban, me escribían: -vos pensás igual que nosotros, es tu miedo el que te hace hablar así -. Le mostraba yo el otro lado de las cosas: -vienen personas a hablarles muy bien, instrucciones, es una quimera, ustedes quieren cambiar el mundo a los 20 años... Les mostraba el peligro que corrían, los ideales estaban muy bien:-Mami, ¡lo peor es que no pase nada!, decían. Fueron mis maestros. Yo los escuchaba. Pero tenía miedo"
/ Sara, su madre
Un mes antes de su muerte, el 21 de agosto, Susana le escribió a su querida mamá una carta reafirmando sus convicciones:
"...vos sabés que esto no es una aventura ni un idealismo absurdo, sino que es algo mucho más grande y por eso mismo es muy doloroso y cuesta y va a costar muchos sufrimientos, va a exigirnos todo lo que podamos dar, las cosas grandes no se hacen con sonrisas y pequeños esfuerzos, esto lo sabrás mejor que yo, hacen falta muchos sacrificios. A pesar de todo esto me da mucho miedo pero que estoy dispuesta a vencer, me siento muy feliz de haber encontrado el sentido de mi vida, no lo encontré en conferencias ni en instructores, lo encontré en un libro viejo (El Evangelio) pero que al leerlo me enfrenta y golpea con lo que soy y lo que tengo que ser, Cristo no nos prometió confort y tranquilidad, no es el Dios cómodo, ni el Dios de la resignación, es el Dios que vino a traernos la cruz, la intranquilidad, la persecución, la lucha: `No creais que he venido a traer la paz sino la espada, quien no tome su cruz y me sigue no es digno de mí`. “
Los diarios hablaron
"El Litoral" de Santa Fe el día 17/9 titula: "Sigue muy grave la estudiante que sufrió ayer múltiples quemaduras. La policía practicó detenciones y secuestró material de tendencia comunista". Una valija que contenía materiales explosivos muy inestables estalló debajo de la cama de Susana, que había guardado los materiales de sus compañeros. Fue la explosión y mucho humo que traslada los elementos químicos que le quemó las vías respiratorias y falleció días después estando internada.
Recordarán la figura de Susana, tras su deceso, "Prensa Gráfica" (Santa Fe) el día 24/9 ("Su mirada hablaba por ella y decía de su alegría joven que a todos brindaba, de su riqueza interior hecha de firmeza y amor sin egoísmos..."); "Crónica" (Reconquista) en su edición del 25/9/68 y "Sapucay" (Reconquista) en su número 1 de la segunda quincena de septiembre de 1969: "No importa si éramos o no amigos. Ni siquiera si la conocimos personalmente o no. Lo que importa es que la sabemos joven, la sabemos nuestra".
"Mártir de un continente injusto"
Con fecha 30 de septiembre de 1968, el sacerdote jesuita José "Macuca" Llorens, impulsor de los Campamentos Universitarios del Trabajo, que se realizaron en la década del 60 en diversos lugares del país (incluido Reconquista y Fortín Olmos) envió una carta desde Buenos Aires a la madre de la joven:
“Hoy he sabido todo: inconmovible valentía de una hija consumida por el dolor de quemaduras fatales; transformación de una hija, que no podía aguantar la injusticia de todo un continente, mientras tantos y tantas llevamos un camino de concientización terriblemente lento... Susana vio y aceptó vivir por los demás. :
Y lo que ella en su intimidad ofreció, el Señor se lo pidió en forma inesperada: niña de 19 años, mártir de un continente injusto.
Así murieron las santas de nuestro calendario cristiano: Santa Lucía, Santa Cecilia, Santa Juana de Arco.
Cuando habló conmigo, lo hizo como tantas chicas y chicos del campamento. Sobre todo con las chicas lo que hago es integrar su ser de mujer para que cada una se responsabilice según su propia conciencia. Sé que a mi no me toca elegir los caminos; más todavía, tengo la intuición de que no seremos responsables de los caminos por los cuales se dé la transformación del Continente, porque la reacción del sufrimiento vendrá como un alud, del cual nadie quizás va a ser responsable; y en esto pienso en los aludes cordilleranos que, cuando se dan, es imposible empezar a pensar en diques y en canales para el aprovechamiento del agua...ya se llega tarde.
Tengo la impresión de que se llega tarde.
A Susana el Señor le pidió la vida... y no sólo la supo dar ella, sino que la han sabido dar también a ustedes.
Sé que en el diario de Susana está mi nombre varias veces: gozo de estarlo, porque eso significa que he colaborado con sus padres en hacerla recta y limpia como la luz....
(...)Mi misa estos días va para ustedes. Hace solo media hora que recibí el impacto de la noticia; por eso recién les escribo.
En Cristo.
José María Llorens S.J.
Estoy llorando.
Elaborado con textos publicados en “Solo digo compañeros” de Raúl Borsatti, donde se puede contar con más desarrollo de información
"Héroes de nuestra patrla"
Pocos años después, en enero de 1974, se realizó en varias localidades del norte provincial el denominado "Operativo de Reconstrucción Nacional Estanislao López", de la Juventud Peronista. Allí, una de las Unidades Básicas que realizó tareas comunitarias en zonas marginales de Reconquista, llevó el nombre de Susana. El epígrafe de una foto publicada por la revista El Descamisado (3/2/74) cita: "Susana murió combatiendo, por liberar a su pueblo. JP alza su nombre en un operativo que además del trabajo voluntario, muestra al pueblo el camino de la organización".
El Operativo se llevó a cabo en Reconquista (barrios y puerto), Vera, Tartagal, Malabrigo, La Gallareta, Villa Ana, Calchaquí y Margarita, consistiendo en zanjeos, corte y construcción de ranchos, señalamiento de calles, limpieza de lugares públicos, construcción de lajas y veredas, arreglos en escuelas, etc.
El principal orador del acto de cierre en Plaza 25 de Mayo fue el delegado de la Regional II de la JP, Jorge Obeid: "Son muchos los hombres y mujeres que cayeron durante 18 años en nuestro país para que podamos vivir este momento, es decir: Perón presidente y el pueblo en la calle y reconstruyendo la Patria. Pero de todos esos compañeros, héroes de nuestra Patria, nosotros hemos querido rescatar en esta noche un nombre por demás significativo, en primer lugar por ser el de una compañera que desde los primeros momentos en que hubo argentinos y peronistas dispuestos a reconquistar el poder para Perón y para el pueblo se empeñaron en esa causa y dieron incluso su vida para que esto fuera posible. Y en segundo lugar porque esa compañera había nacido aquí, en Reconquista. Por eso todo lo que aquí ha hecho Juventud Peronista quiero dedicarlo a un nombre y a un recuerdo, nos referimos a la compañera Susana Medina"