Alberto MOLINAS

Hermano mayor de los varones, nacido en julio de 1945, fue muy buen estudiante en el Colegio de la Inmaculada, amante de la lectura y la literatura, lo que le marcó su historia y la nuestra.

Cursando su tercer año de Facultad de Medicina (Universidad Católica de Córdoba) se realizó un concurso literario sobre cuentos cortos entre todas las Universidades católicas del País. Él presentó tres cuentos que obtuvieron el primer premio nacional, lo que le valió una plaqueta, dinero, y una beca para un viaje de perfeccionamiento a EE.UU. Así lo hizo, pero al regreso decidió hacerlo a dedo conociendo los países de América central y América de Sur.

El contacto con la realidad social de esos países, su pobreza y sus necesidades, le valió una profunda transformación de vida y de nuevo en la Universidad católica de Córdoba fundó la Asociación de Estudios Sociales (AES), con la que se inició en su militancia social primero y política después. Así se forma uno de los primeros grupos de Montoneros.

En julio de 1970 debió pasar a la clandestinidad debido a los sucesos ocurridos en La Calera (Córdoba).(Un poema, musicalizado por el conjunto musical Huerque Mapu en honor a José Sabino Navarro “el Negro”, uno de los fundadores de Montoneros caído en ese lugar, figura como de autor anónimo, pero su autor es Alberto Molinas.)

"ellos creen que has muerto

porque encontraron tu cuerpo esta mañana

y no saben que lo dejaste

porque estabas cansado

remendado, hecho añicos.

Además, habías crecido

y te quedaba chico."

Pocos días después hace llegar una carta a la familia paterna que refleja muy claramente los ideales, pensamientos y compromisos en esos momentos.

“Esta carta pretende ser breve pero a la vez suficientemente clara para decir todo lo que tengo adentro. Siempre he regido mi vida por un principio básico: asumir en los hechos lo que consideraba como verdad. Esa fue la forma cristiana de interpretar el sentido de la vida.

Así comprendí luego de ver y sufrir mucho que la solución de los pobres de nuestra tierra no podíamos dárselas nosotros con largas charlas. El País poco a poco, entregado por los distintos Gobiernos, los pobres cada vez más pobres, los índices de mortalidad infantil cada vez mayores. Inocentes que pagaban con su vida por nuestra indiferencia. Generaciones de obreros condenados para toda su vida a nacer, trabajar como burros y morir.

Enfermos en los hospitales sin esperanzas por no tener dinero.

Familias de obreros despedidos, mendigando por hambre.

Y esa conciencia iba creciendo. Ellos veían su desgracia y buscaban su camino.

Durante mucho tiempo lo buscamos juntos, pacíficamente. Pero la violencia de los culpables no lo permitía. Si gritábamos en las calles éramos apaleados o baleados, los detenidos eran torturados, expulsados de sus trabajos, marcados para que no pudieran conseguir otro nunca más.

Entonces decidimos luchar, como hacen los hombres. Pelear por nuestras mujeres, por nuestros hijos, por nosotros mismos.

Me dirán que yo lo tenía todo al alcance de mi mano, que mi hijo y mi mujer estaban a salvo. El amor consume cuando deja de ser literario, cuando hace querer en cada uno de ellos a un hermano, en cada de ellos, un hijo nuestro.

Queremos construir una sociedad distinta, donde los hombres puedan vivir como tales y no pararemos hasta conseguirlo,

Nuestra lucha no podrá ser detenida jamás porque son miles de hombres y mujeres que están en ella.

Hoy hemos sufrido un revés. Han sido detenidos varios compañeros de vida ejemplar, algunos de ellos tal vez mueran. La policía busca al resto de la gente, a mí entre ellos. No sé cuándo podré volver a verlos, pero a pesar del inmenso dolor que siento por ello, seguiré hasta el final.

No me agarrarán vivo posiblemente, y si lo hacen tendré que ser fuerte. En ese momento pensaré en ustedes, en mi mujer y mi hijo. Jamás tendrán un hijo, un esposo, un padre o un hermano cobarde ni traidor.

No entiendo cómo hay mujeres que puedan aguantar a su lado a hombres que no son capaces de morir por lo que piensan. Sé que la Negra lo entiende así y así quiero que eduquen a mis hijos.

No pensé que esto se diera tan rápido

Ante mí Dios, en el que creo, rindo cuentas de mis actos.

Un abrazo enorme de alguien que piensa en ustedes en todo momento y que por eso lucha. “

Alberto Molinas

Durante la dictadura de Lanusse fue apresado junto con Pancho en la ciudad de Mendoza, y mediante un ardid en el que participó su padre y abogado lograron fugarse, quedando en la clandestinidad

Posteriormente ocupó varios cargos dentro de la organización siendo el secretario político en el momento de su muerte en el enfrentamiento de la calle Corro 105, junto con Victoria Walsh, José Carlos Coronel, Ismael Salame e Ignacio José Bertrán. Del combate de la calle Corro, Rodolfo Walsh escribe de su hija o para su hija y quizás para cada uno de los compañeros que supieron dar la vida tanto en ese lugar como a lo largo y ancho de la patria: « Vicky pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonroso, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta hermosa vida; no vivió para ella, vivió para otros y esos otros son millones».


Carta de la hija de Alberto Molinas

Querido Viejo:

En realidad es muy poco lo que puedo escribir en una carilla, ya que lo que tengo para contarte ocuparía un libro entero...y no te rías, es que ya pasaron casi treinta y cuatros años de mi vida y con ellos muchísimas vivencias que no pudiste compartir conmigo.

Quiero encabezar diciendo que sos y vas a ser siempre un papá ejemplo. Costó entenderte, te cuestioné muchas veces el no poder tenerte. Pero creo que cuando el amor es tan grande, que hasta te hace dar la vida por el otro, no hay cuestionamiento que valgan la pena... HAY AMOR; HAY ENTREGA TOTAL POR EL OTRO; NO HAY EGOÍSMO ALGUNO, y eso me pone súper orgullosa.

(…)

Quedate tranquilo que tu lucha, si bien a veces parecería que fue en vano, dejó sus semillas en los hijos, en hombres y mujeres que hoy pensamos que desde el lugar donde nos toca estar, podemos aportar nuestro granito de arena para que las cosas cambien, para que no nos olvidemos de ser solidarios, de compartir, de soñar que todo va a cambiar, de que la justicia va a llegar para todos. Ya demostraste en tu corta vida, que sos especial, todo te recordamos así, como un hombre muy inteligente, muy humano, con unos valores y unos ideales inquebrantables, gracias por dejarnos esta herencia, por pensar en nosotros, por amarnos tantos...

Si bien hay siempre un dolor por tu ausencia, también hay sentimientos de que existen personas que, como vos, dejaron lo más preciado del mundo para que las utopías se hicieran realidad.

Otra vez ¡GRACIAS, GRACIAS Y MIL GRACIAS ...!!!

Siempre te voy a recordar como mi héroe, mi ídolo, y mi ejemplo a seguir... un beso gigante ¡! TE QUIERO MUCHO ¡!!1! NI OLVIDO, NI PERDÓN ¡!!!

Tu hija que te adora... Mariana.

Alberto: pensante, criterioso, poeta, su amor comprometido lo manifestaba cotidianamente, en sus seres queridos, en sus hermanos y compañeros de lucha.

/ Haydee

Los responsables de su asesinato fueron imputados en la megacausa «I Cuerpo del Ejército» que se halla en instrucción

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