Ana María FONSECA

Lito y Sara, son dos viejos militantes que en los 70 tenían poco más de 40 años, sin embargo, cuando Lito cae preso y lo llevan a Coronda donde la mayoría de los detenidos políticos rondaba apenas los 20, lo apodan “Matusalem”. Al poco tiempo de su detención, producida el 26 de julio de 1976, mientras aún permanecía secuestrado (estuvo en esa situación 6 meses antes de ser llevado a Coronda), sus dos hijos fueron asesinados.

Miguel, el hijo mayor, que nació en Santa Fe el 3 de marzo de 1956, es asesinado el 7 de septiembre de 1976 en una casa de la calle Martín Zapata. Al parecer, de acuerdo a lo que sus padres han llegado a averiguar, Miguel aguanta a la patota hasta que puede huir una compañera que estaba en la casa (no sabemos si esta chica realmente logró salvarse, si está viva...). Miguel cae herido y lo rematan degollándolo. Como si este horror no fuera suficiente, su madre recibe el 13 de septiembre cuando apenas habían transcurrido unos pocos días del sepelio, la noticia de que también Ani, la hija de apenas 16 años había sido asesinada de un tiro en la cabeza en su casa, sin que hubiera tenido ninguna posibilidad de defenderse.

A los pocos días, la casa donde vivía Ani va a ser dinamitada, por supuesto después de que los represores se robaran todos los muebles, enseres y electrodomésticos. No cabe sino preguntarse ¿por qué tanto odio? ¿Qué tan peligrosos podrían ser dos chicos de 20 y 16 años?...

Ani, como la nombran sus padres, había nacido el 10 de noviembre de 1959, era apenas una niña que cursaba 4to año en la escuela de Lourdes donde se destacaba como estudiante y gran jugadora de ajedrez. Además, estaba por recibirse de Maestra de Inglés y pensaba estudiar un profesorado en la UNL. Era muy buena y dulce, sensible, le dolía la pobreza, siempre que aparecía alguna persona necesitada, ella lo daba todo.

Hay una anécdota que la pinta entera. Sobre la cama tenía varias muñecas atesoradas desde la infancia. Un día, llega una mujer con una niñita pidiendo de comer, las hace pasar a la cocina, pero, la chiquita se queda parada frente a la puerta de la habitación mirando las muñecas. Ani la ve y pregunta: - ¿Te gustan? - Sí, -le responde. Ella entra al dormitorio, elige la más bonita y se la regala.

En el año 1975, se produce la movilización de los estudiantes secundarios que reclamaban por el boleto escolar, Anita, como militante de la UES participa en la campaña y en una de las volanteadas organizadas con ese objetivo es detenida por la policía que la deja en libertad cuando su padre va a buscarla.

Después de varios años, Lito sale en libertad, el matrimonio consciente de que en Argentina corre serios riesgos se exilia en México, allí se ponen en contacto con los compañeros y con las instituciones que se organizaron en el exilio, con ese apoyo logran a pesar del tremendo dolor, continuar la lucha contando la historia de los chicos y denunciando los horrores de la dictadura. Una de esas actividades fue su participación en el documental «Esta voz entre muchas», film que se vio en todo el mundo, menos en Argentina por supuesto. Sara y Lito lloran a sus hijos, pero están tremendamente orgullosos de ellos.

Su memoria es recordada con Baldosas de la memoria y una placa colectiva en la plaza central de Santo Tomé

El Instituto de Educación Superior N° 64 de Santo Tomé se denomina «Ana María Fonseca» desde 2018 en su homenaje, nombre elegido por la comunidad educativa.

Los responsables de su asesinato fueron juzgados y condenados en Causa Acumulada Santa Fe

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