Nilsa URQUÍA
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Editorial EL PERISCOPIO - Libre de reproducirse con mención de fuente
Nilsa María Urquía había nacido el 10 de noviembre de 1942 en Ordoñez, Provincia de Córdoba. Abogada se había recibido en noviembre de 1971. Era una activa y comprometida defensora de presos políticos, miembro de la Asociación de Abogados. Cuando el Dr Rafael Pérez (el Negro) debe exiliarse a causa de las amenazas recibidas, lo reemplaza en la presidencia de la Comisión de Defensa de presos políticos.
Trabajaba en el Registro General de la Propiedad dependiente de Tribunales, y como tal participaba de la Asociación de Empleados del Poder Judicial de la Provincia. En esos días en conflicto por el proyecto de separar el Registro de los Tribunales, lo que era rechazado por los empleados. Nilsa formaba parte de la Comisión que se formó para impedirlo.
En una carta a su madre, escrita pocos días antes de su muerte, dice: “ando todo el día de un lado para otro, más estos últimos días, porque quieren separar el Registro...lo que significa que nos cambien el régimen de ascenso, sueldos, etc...y yo (como vos decís) tengo que estar en todas y estoy en la Comisión de Lucha... así que estoy prácticamente todos los días en reunión, elaborando documentos, en entrevistas con diputados, senadores, el Gobernador, etc .... estamos logrando resultados bastante positivos... no hay motivos serios para que te preocupes… estoy muy bien y lo que es más, me siento muy bien...”
En ocasión del Homenaje que la Facultad de Derecho de la UNL rindió a sus miembros muertos y desaparecidos por el terrorismo de Estado, un compañero de Marta afirma:
“Con la muerte de Marta y Nilsa llegó el horror a la ciudad de Santa Fe. Marta era un torbellino, cuando entraba al Nuevo Diario, -donde trabajábamos y era delegada gremial-, se movían las paredes, hablaba en las asambleas, era defensora de los derechos de los trabajadores gráficos, fue de los últimos abogados defensores de presos políticos que iban quedando en Santa Fe. Recuerdo el caso de Erbetta que había sido torturado ferozmente como después hicieron con el intendente Campagnolo.
Compartíamos en esa época los turnos de la noche. Teníamos que escribir en el diario todo lo que pasaba con la Triple A, que aparecía en todas las ciudades del país. Esa forma particular del terrorismo de Estado, que luego llegaría a nuestra ciudad precisamente con el crimen de ellas”.
Marta sabía el riesgo que corría. Tres días antes que la secuestren viene a casa a tomar sol, era muy femenina, me dice que Nilsa, que vivía con ella, se iba a ir y que por tal razón se iba a venir a mi casa a vivir. Precisamente un día antes de venir a vivir conmigo las secuestran.
En realidad luego nos enteramos que ambas tenían previsto dejar el país y viajar con urgencia a Méjico. El “Negro” Pérez ya se había ido. Era claro que los tres abogados estaban amenazados de muerte. En realidad ya tenían tramitado los pasaportes, los que llegan dos o tres semanas después de los asesinatos. Los habían solicitado a través de una agencia de turismo en pleno centro de la ciudad.
Marta era realmente muy buena compañera, muy buena amiga, muy graciosa, tenía un humor muy ácido.
Cuando es secuestrada, el gringo Yacunissi (Secretario General) moviliza, a nuestro pedido, el Sindicato de Gráficos en su búsqueda. El día que aparecen los cuerpos de las chicas teníamos una entrevista con Ricardo Centurión que era Secretario General de la CGT. Queríamos movilizar a todos los gremios de la ciudad, e incluso ir a un paro por el secuestro de una delegada gremial. También hay que recordar que dentro del Nuevo Diario había sectores reaccionarios. Inmediatamente después de estos crímenes comienzan las amenazas de muerte a varios trabajadores de este medio. Se tienen que ir de Santa Fe entre otros Alcira Ríos, Tatino Córdoba, Pocha Pagano, etc. En mi caso pedí licencia sin goce de sueldo y también me rajé de la provincia. Sólo a través de la memoria y este tipo de homenajes, compañeras como Marta Adelina Zamaro permanecen vivas en el recuerdo de todos nosotros. Lamentablemente sus asesinos aún no han pagado por estos crímenes”.
/ Bochi Clapes, en libro Homenaje Derecho.
Marta Adelina Zamaro y Nilsa Urquía fueron amigas, ambas abogadas, compartían la casa y ambas militaban en el PRT.
En el frente de la Asociación de Prensa de Santa Fe se ha colocado una gran baldosa en memoria de ambas, a los 40 años de sus asesinatos
Una placa colectiva la recuerda en la Facultad de Derecho
Al cumplirse 50 años de su secuestro y asesinato se realizaron actividades de memoria y homenaje en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, el Colegio de Abogados, la Asociación de Prensa, el Espacio de Memoria ex comisaría 4ta y se colocaron baldosas por la memoria frente a la Facultad
Aún se encuentra en etapa de instrucción la causa por su secuestro en el Juzgado Federal de Santa Fe
Marta y Nilsa: El crimen impune.
La novela “Los chacales del arroyo” de Carlos María Gómez, publicada en el año 1993, y reeditada en 2007 por Ediciones UNL, aborda el caso de las dos abogadas secuestradas y asesinadas y relata la cruda realidad en tiempos de la Triple A, cuando el caso pareció no adquirir mayor importancia en la sociedad de entonces y principalmente a la justicia. Casi todos miraron para otro lado, en tanto el expediente con la investigación dormía en un cajón el sueño eterno y los responsables quedaban sin castigo. A 30 años del libro, que brindaba más información que lo obrado por la justicia, todo sigue estancado