Alcides BOSCH «el Bocha»
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Al «Bocha» lo conocí a mediados de la década del sesenta. Yo había ingresado al Seminario de Guadalupe y él venía de Reconquista para incorporarse al mismo Seminario, aunque su pago era El Rabón, cercano a la ciudad de Villa Ocampo. El recuerdo del «Bocha» tiene mucho que ver con su forma de ser. Voluntarioso, ponía el alma en cada cosa que hacía y se proponía. Afectuoso y cálido, siempre con una broma a mano. Generoso. Es uno de esos seres que, en mi vida personal, más recuerdo.
La sonrisa siempre dispuesta como la mano para ayudar. Su andar era tranquilo, andar que llevaba a todas las actividades que emprendía. Recuerdo, además, todas las charlas, largas charlas nocturnas que solíamos tener junto a Julio Oviedo. Nuestras dudas de jóvenes aparecían en cada una de ellas. Las respuestas no eran totales, las íbamos desgranando en lo cotidiano. El mate, armador de rondas como ninguno, siempre estaba presente aunque en ocasiones tomábamos con yerba secada al sol por cierta escasez de monedas. Ya, en ese entonces, estábamos estudiando Filosofía en la Universidad Católica.
El «Bocha», Alcides Bosch, militante de las Ligas Agrarias, había nacido en Colonia Las Mercedes Villa Ocampo donde su padre era un pequeño productor rural. Hizo la secundaria en el Instituto Reconquista de donde egresa en 1966 para ingresar en el Seminario Metropolitano de Santa Fe, posteriormente pasa a la Universidad Católica donde cursa en la Facultad de Filosofía.
De regreso al norte santafesino participa en Villa Ana del proyecto cooperativo del Parque Agrícola que dirigía el cura Rafael Yacuzzi, su tío. Elegido delegado representante de Villa Ana en las Ligas Agrarias Santafesinas, en octubre de 1974, se desempeña como orador ante las 3.200 personas convocadas por las Ligas, en el Club Atlético Reconquista.
En 1975 se casó con Isabel, una compañera de las Ligas y al año siguiente nació su hijo Pablo. El 22 de noviembre de 1976 salió desde Formosa en viaje hacia Resistencia, nunca llegó, ni se supo más, hasta que sus restos fueron identificados por el EAAF (Equipo Argentino de Antropología Forense) como los de una de las víctimas de la matanza perpetrada en Margarita Belén.